El Museo de la Fundación Basil & Elise Goulandris de Atenas da la bienvenida al otoño con un homenaje artístico al carismático profesor Fotis Kontoglou (Φώτης Κόντογλου, se pronuncia Fótis Kóndoglu), titulado “Fotis Kontoglou y su influencia en las nuevas generaciones”, que se inauguró el 21 de septiembre y estará abierto al público hasta el 12 de diciembre de 2022.
Según sus organizadores, la exposición es un homenaje al centenario de la tragedia nacional del desarraigo de los helenos de Asia Menor de sus hogares de toda la vida. Un aniversario que se registra como un capítulo importante de la mayor catástrofe de la historia de Grecia, es un momento para el recuerdo y la memoria. Los recuerdos buscan una salida a las fuentes del tiempo histórico y son, al mismo tiempo, un recordatorio de la deuda pendiente con quienes se opusieron enérgicamente a la erosión de la memoria colectiva, haciendo bandera del deber nacional la intención de restaurar el concepto de la «grieguidad» (un término desarrollado sistemáticamente por la llamada Generación de los años 30 o Generación del Treinta) y reavivar la llama de una tradición descuidada durante cien años.
Fotis Kontoglou, una de las figuras más emblemáticas de esta generación, como auténtico representante de la necesidad de volver a la tradición establecida y popular, veía necesario acabar con la tutela y la dependencia de las corrientes artísticas del Occidente. Quería que la tradición fuera griega y estuviera en unidad ininterrumpida con la doctrina ortodoxa.
En una época en la que todos los conceptos relevantes se veían sacudidos por el “torbellino” de la transformación multicultural y la estructura tradicional estaba sometida a la presión de la deconstrucción, Kontoglou, como heredero de los valores educativos de Aivali (puerto y centro urbano en la costa de Asia Menor, frente a Lesbos, antiguo centro histórico de la población griega, antes de 1922, con el antiguo nombre de Kydonies – Ayvalik en turco), se sintió obligado a oponerse al llamado «narcisismo ático», según el pintor Tsarouchis (Γιάννης Τσαρούχης, se pronuncia Tsarujis), y a sacar del fondo de su alma los valores adormecidos de sus referencias culturales.
A pesar de las críticas ocasionales, lo cierto es que tanto su pintura narrativa como sus doctrinas espirituales han dejado una huella indeleble y han influido profundamente en la Grecia del siglo XX.
La exposición de homenaje a Fotis Kontoglou y su influencia en las nuevas generaciones consta de dos partes. La primera parte se centra en el talentoso Kontoglou, con su abrumadora sensibilidad emocional, la claridad de su discurso narrativo, su hábil diseño y el lirismo de su pincel, que lo convirtieron en un revivalista de la conciencia nacional y del arte funcional de la ortodoxia. La segunda parte destaca su influencia en las artes y las letras del siglo XX, en la generación más joven.
Además de sus primeros alumnos, Yannis Tsarouchis y Nikos Engonopoulos, se establecieron fuertes vínculos con Rallis Kopsidis, Spyros Papaloukas, Spyros Vassiliou, su copatriota Stratis Doukas y Nikos Velmos. Artistas como Yannis Moralis, Diamantis Diamantopoulos, Klearchos Loukopoulos y Klaus Vrieslander, que estuvieron cerca de él pero nunca llegaron a ser sus ayudantes o alumnos, pertenecen al grupo de sus «criptoestudiantes». También hay muchos artistas vivos que respiraron el aura artística y espiritual de una obra que influyó indirectamente en sus trabajos, y que admiten con gratitud su deuda. La exposición se presenta en las siguientes secciones: a) Los primeros estudiantes, b) Mitos y héroes, c) Retratos, d) Paisajes, e) El desarraigo, f) La pintura de iglesias, g) Iconografía.
En total, 39 artistas yuxtaponen sus obras a las de Fotis Kontoglou, donde toda influencia, directa e indirecta, es evidente: 52 prestamistas, fundaciones, organizaciones y coleccionistas particulares contribuyeron con préstamos que suman 135 obras.
El director general de la Fundación Basil & Elise Goulandris, Kyriakos Koutsomallis, es el comisario de la exposición, que va acompañada de un catálogo de 400 páginas, publicado con el apoyo de la empresa civil sin ánimo de lucro AEGEAS. A lo largo de la exposición se realizarán visitas guiadas especializadas, así como programas educativos centrados en los retratos, para niños de 8 a 12 años, los domingos.
Fuente de imágenes: Fundación Basil & Elise Goulandris
1 Fotis Kontoglou (1895-1965), «Stratis Doukas», 1923. Nopografía, 32 × 27 cm Colección privada
2. Nikos Engonopoulos (1907-1985), «Retrato», 1949. Témpera sobre papel, 23×18,5 cm, Colección de Eleni Kalliga
3 Yannis Tsarouchis (1910-1989), «Jovencita», 1964. Témpera al huevo sobre madera, 45,5 × 37 cm. Colección de Evangelos y Katigo Angelakos
4 Yannis Moralis (1916-2009), «Cabeza de una mujer joven «, 1933. Óleo sobre lienzo, 31 × 24,5 cm Colección privada
C.P.
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