¡Vuelta a la Arcadia feliz! Esta vez atraídos por un milagro de la naturaleza que perdura a lo largo de los siglos: Se trata de la capilla de Ayía (santa) Teodora situada en medio de un paraje frondoso de la provincia de Arcadia en el Peloponeso. Construida entre los siglos X y XII su historia está ligada a la vida y martirio de una joven de la zona que se llamaba Teodora.

Esta pequeña iglesia es sostenida por diecisiete grandes árboles que parecen brotar del techo y de los muros de la iglesia. Cada árbol pesa una tonenada y su altura alcanza los veinte metros aproximadamente. Desde hace siglos sus raíces invisibles han hecho que los habitantes de la zona no pudiendo encontrar una explicación verosímil del fenómeno recurrieran a menudo a explicaciones sobrenaturales hasta que los científicos se ocuparon del tema. Pero incluso ellos han necesitado muchos años y diversas técnicas (hasta escanearon sus muros) examinando la extraña estructura de la capilla hasta llegar a una explicación convincente. Esta ha llegado en 2003 por un informe geofísico presentado durante el IV Simposio sobre arqueometría en Grecia. Las conclusiones de este informe parecen explicar “el milagro” demostrando que las raíces de los árboles siguen el recorrido de las brechas existentes en el interior de los murales de piedra de la iglesia hasta alcanzar el suelo para alimentarse.

agiatheodora2Sea cual sea la explicación, el conjunto del edificio tiene que soportar la extremadamente fuerte carga de los árboles; lo que constituye per se un verdadero milagro de la naturaleza, es decir cómo la iglesia ha podido sobrevivir durante siglos sin que su estructura se haya dañado.

Como era de esperar, ese fenómeno extraño no pudo escapar a las tradiciones folclóricas ni a las creencias religiosas de los residentes de la zona. Innumerables son las leyendas transmitidas de boca a boca y de generación a generación. La más popular habla de una joven doncella que vivía en la zona durante el período bizantino.

En aquella época, según la tradición, cada pueblo tenía sus propias autoridades locales, administrativas y militares, y cada familia debería proveer un hombre para hacer su servicio militar en el ejército local. Cuando no existía un varón en la familia, como en el caso de Teodora, la familia se veía obligada a pagar una enorme cantidad de dinero para contratar a un mercenario.

Teodora en aquella época tenía 17 años, venía de una familia pobre y con un padre ya muy mayor; sin poder encontrar una solución decide disfrazarse en hombre y alistarse en el ejercito donde pronto destacó por su gran valentia y belleza. Teodoro o Teodora tenía que proteger un monasterio de monjas; ahí una novicia se enamora de él o ella, pero no soporta su rechazo y decide vengarse. Se acuesta con otro soldado y quedándose embarazada acusa a Teodoro(a). Teodoro no podía desvelar su identidad por miedo a las represalias que pudieran caer sobre su familia. La abadesa enterada del escándalo ordena la decapitación de Teodoro. Teodoro, a pesar de la injusticia, resiste hasta el final y solamente poco después de su muerte se reveló su verdadera identidad pero era ya tarde. Antes de morir Teodora manifestó su deseo que su tumba se tranformase en capilla, sus cabellos fuesen árboles y su sangre se convirtiera en un río. Según la leyenda, una gran maldición cayó sobre el monasterio que desde entonces quedó desierto.

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Maldición o bendición, una cosa es segura. Un milagro de la naturaleza está ahí y nos espera descubrirlo. Una iglesia con árboles que brotan de su tejado, un río en las inmediaciones y muchas leyendas populares son los mejores pretextos para descubrir la magia de las montañas griegas.

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