En un ambiente de extrema devoción, en el que se mezclan los aromas primaverales con las melodías religiosas, los fieles en Grecia reviven la pasión de Cristo a través de las misas y representaciones de la Semana Santa, el ayuno, las oraciones y una serie de tradiciones particulares que culminan en los festejos de la Resurrección. Conozcamos algunas de ellas:
Fiesta de los globos en Leonidio
En la hermosa localidad de Tsakoniá, el día de Pascua se celebra como en toda Grecia por todo lo alto. Sin embargo, aquí destaca una mágica tradición centenaria: se trata de la fiesta de los globos iluminados. Los niños de las cinco parroquias de la ciudad confeccionan globos aerostáticos de distintos colores colocando una vela encendida en su interior y los sueltan a medianoche del Sábado Santo en el momento en que los sacerdotes anuncian la Resurrección cantando el “Xristós Anesti” (Cristo resucitó). El espectáculo que se ofrece es maravilloso asemejándose a una constelación de estrellas de colores múltiples.
Guerra de botijos en Corfú
Es una de las tradiciones más espectaculares del país. A las 11.00 de la mañana del Sábado Santo, cuando el alegre tañer de las campanas anuncia la primera Resurrección de Jesús, desde las ventanas de todas las casas se tiran botijos llenos de agua, haciendo un ruido espantoso que se funde con las marchas alegres de las 18 bandas filarmónicas de la isla que, desde muy temprano, recorren la ciudad. Un verdadero festival de sonidos que simboliza la alegría por la Resurrección del Señor.
Sus orígenes se pierden en tiempos remotos dando lugar a diferentes interpretaciones: Para algunos es una metáfora del terremoto que, según la Biblia, tuvo lugar cuando Jesús se levantó del sepulcro; para otros es una versión variada de la antigua tradición de los Católicos Venecianos (cuando estos ocupaban la isla) de tirar, al inicio del año nuevo, sus cosas antiguas para que el año nuevo les trajera bienes nuevos. Y, por último, hay quienes aceptan un origen pagano de la costumbre, considerando que el ruido de los botijos despierta a Perséfone en el inframundo, la diosa de la primavera, y acelera la llegada de ésta. Esta última versión se relaciona, también, con la tradición de los griegos antiguos que, a principios de abril, festejaban el resurgir de la naturaleza y el inicio del cultivo tirando sus antiguas vasijas para rellenar las nuevas con las cosechas nuevas.
Sea como sea, la verdad es que los habitantes de Corfú siempren han utilizado sus botijas rotas para alejar el mal; así que, si se encuentran en Corfú ese día, primero, ¡ande con cuidado por las calles y, segundo, no olvide de llevarse un trozo de cualquier botijo roto para alejar el mal y atraer la buena suerte!
Tormenta de cohetes en Vrontados
Vrontados es un pueblo costero de la isla de Kíos (Chíos) que cada año por estas fechas atrae a numerosos visitantes e imprime la festividad del domingo de Pascua con su fantasmagórica tradición de la “tormenta de cohetes”. Tomadas las debidas precauciones, la guerra de cohetes se inicia con los salmos de Xristós Anesti (Cristo resucitó) y sus protagonistas son las dos iglesias del pueblo desde cuyos campanarios se lanzan cohetes artificiales contra la parroquia “rival” con el fin de “derribar” su torre.
Aquí, también, las distintas versiones sobre el origen de la tradición varian entre si: según una de ellas, la costumbre no representa más que una antigua rivalidad entre los habitantes del pueblo; para una segunda, es una tradición que reproduce las batallas que protagonizaban los piratas desde el mar, atacando la isla con sus poderosos cañones; mientras que una tercera resuelve la incógnita recurriendo al periodo de la ocupación otomana. Según esta última, los habitantes cristianos de la isla eligieron esa manera alborotadora de dejar patente ante los ocupantes turcos las profundas diferencias religiosas entre ambas poblaciones.
En cualquier caso, el espectáculo en el cielo es mágico, una verdadera tormenta de cohetes luminosos que surcan los cielos de la isla. Un espectáculo que se puede disfrutar mejor y sin ningún riesgo desde la cima del Monte Epos, al oeste del pueblo. No sería una exageración decir que los locales trabajan todo el año para la fabricación de esos cohetes artificiales artesanales que oscilan entre 25.000 hasta 60.000 en total.
Palomas blancas en Zákinthos
La Semana Santa en la isla de Zakintos está llena de tradiciones particulares que sus habitantes llaman «Antetia». Entre ellas, destaca la de las palomas blancas que suelta el cura después de la primera Resurrección, mientras que las amas de casa tiran botijos desde sus balcones, tal y como exige una costumbre similar a la de Corfú. Los salmos de la Resurrección suenan a la particular manera de la tradición musical jónica, pero sólo en la iglesia de San Marcos. Las otras iglesias se conforman con celebrar la festividad con el tañido alegre de sus campanas y una misa el domingo por la mañana.
Una carrera cuesta arriba en Arájova
La Pascua en Arájova se combina con la festividad de San Jorge, patrón de la ciudad, que tradicionalmente suele caer en una fecha muy cercana. Así que el día de Pascua comienza la procesión de la imagen de San Jorge por toda la ciudad haciendo un camino cuesta arriba lento y tortuoso, mientras los grupos de música y bailes tradicionales recorren el pueblo creando un ambiente festivo de júvilo y alegría. Al mismo tiempo, se ultiman los detalles para el tradicional asado de cordero; se dice que los asados de Arájova son tantos que el Domingo de Pascua la ciudad vista desde lejos parece que está ardiendo.
La quema de Judas en Tracia
En la localidad de Metres en Tracia, el Jueves Santo los niños acostumbran llevar una efigie de Judas de casa en casa pidiendo ramas ligeras para prender fuego y quemarla el día siguiente. La quema tiene lugar en una capilla donde acaba la procesión del Epitafio de Jesucristo. Ahí, el fuego está listo y en sus llamas se echa la efigie de Judas. Cuando la incineración termina, la gente tiene la costumbre de coger un puñado de ceniza para depositarlo en las tumbas de sus seres queridos para alejar los demonios.
La representación de la Pasión de Jesús en Paros
Aunque Paros es de por si un destino ideal durante todo el año, en la Semana Santa la isla está aborrotada de gente que quiere seguir de cerca la famosa representación de la Pasión de Jesús que se llava a cabo con la procesión del Santo Epitafio en las localidades montañosas de Marpisa, Marmara, Pródromos, Lefkes y Pueblo Blanco. A lo largo del recorrido de la procesión por las calles de la isla se van haciendo un total de 15 paradas, durante las cuales se representan en vivo distintas acontecimientos de la vida y pasión de Jesús. Los niños, disfrazados unos de soldados romanos otros de alumnos de Jesús, suelen representar escenas de su vida, desde su entrada en Jerusalén, hasta la Última Cena o la tormenta el día de la Crucifixión. Ese ambiente de devoción viene a adquirir un carácter casi místico por la impresionante y espectacular iluminación de las distintas cimas montañosas. La tradición culmina con la representación, a medianoche del Sábado Santo, de la Resurrección en un ambiente deslumbrante con miles de velas y un sinfín de fuegos artificiales impresionantes que se extienden como un fuerte y multicolor resplandor en el cielo del mar Egeo.
«Bulukia» en Kalamata
Costumbre de carácter guerrero, consiste en reproducir las luchas de liberación que libraron los griegos, en 1821, contra los turcos. “Bulukia” son grupos de personas que, vestidos de trajes tradicionales y “armados” con dardos (tubos de cartón llenos de pólvora), se enzarzan en una guerra de flechas (‘’saitopólemos’’), que se despliega en el campo de fútbol del equipo Messiniakós con la participación de cientos de locales y visitantes. Otra costumbre curiosa de Kalamata es la llamada “sinjorio” (perdón) que tiene lugar en Sábado Santo y consiste en llevar a la iglesia comida, pan y vida que, una vez bendecidos por el cura, se reparten a todo el mundo para el perdón de los difuntos.
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