La mastija de Quíos (Mastiha de Chios), que desde 1997 lleva la etiqueta de Denominación de Origen Protegida, es una resina natural aromática, en forma de lágrima, que proviene de un árbol originario de esta isla del Egeo perteneciente a la familia de los pistachia. Se trata de un arbusto perenne, de 2-3 m. de altura, cuya vida útil supera a los 100 años.El árbol de la mastija crece solamente en 21 pueblos en el sur de la isla de Quíos y se relaciona totalmente con las condiciones climáticas de la isla que goza de un excelente clima cálido y seco. Quíos es el único lugar en el mundo donde el tronco y las ramas de la mastija echan lágrimas.La mastija cae a gotas después de las incisiones hechas en el tronco del árbol. En su secreción aparece como un líquido viscoso y transparente. Al principio, el sabor es amargo pero, rápidamente, adquiere un aroma único.
El producto, una vez solidificado, se recoge y se limpia dándonos, así, la mastija de Quíos en su forma natural. Su producción requiere un largo y duro trabajo durante todo el año.La primera referencia a la mastija nos viene, del s.V a.C., del historiador Herodoto quien nos dice que en la Grecia Clásica se utilizaba como blanqueador natural de dientes, es decir era el único chicle para los antiguos griegos.Por las mismas razones, en la época romana se utilizaban palillos de mastija, uso que, más tarde, se extendió ampliamente en los harenes del Oriente.La mastija de Quíos es tan famosa por su sabor como por sus propiedades terapéuticas.
Ya desde la antigüedad, los médicos, como Hipócrates, Galinós o Dioskuridis, habían descubierto sus virtudes terapéuticas. La mastija es buena para la digestión, ayuda a la higiene bucal, mata a los gérmenes, tiene propiedades antioxidantes y anti-inflamatorias y disuelve el colesterol. También, contribuye a la cicatrización de las heridas y la regeneración de la piel.Gracias a sus múltiples cualidades, constituye una sustancia básica en la industria farmacéutica y química, asi como en la cosmética y la perfumería.También, es conocida en la industria alimentaria, porque presta su sabor y aroma a muchos alimentos y bebidas.
Es ampliamente utilizada en la pastelería y, también, para la preparación de salsas y platos salados. Con frecuencia da su perfume al aguardiente griego “ouzo” y a varios licores. Finalmente, no hay que olvidar la mastija como goma de mascar. En Grecia, la palabra mastija es sinónimo del chicle.
La mastija de Chios
está a la venta en el mercado griego e internacional en varias formas. La podemos encontrar en su forma pura en terrones de varios tamaños y como ingrediente básico de muchos productos (pasteles, mermeladas, licores, productos cosméticos e.t.c.).
Concluyendo, hay que anotar que el cultivo de la mastija, por los conocimientos especiales que requiere, ha sido incluido entre las candidaturas que serán evaluadas por la
Unesco para ser inscritas en la Lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Si la decision es positiva, todo el saber del cultivo de la mastija será protegido como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad; un saber que se transmite de generación a generación entre los habitantes de la isla siendo el elemento fundamental de su vida rural; un saber que promueve los valores de la cohesión social y la solidaridad ya que se basa en un sistema, bien forjado a lo largo de los siglos, de asistencia mutua y de trabajo cooperativo.
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