Con un clima excepcional, paisajes maravillosos y una diversidad espectacular, Grecia es también un destino ideal para el relajamiento y bienestar, ya que cuenta con numerosas aguas termales. Sus propiedades terapéuticas son conocidas desde la antigüedad y nos permiten afrontar las enfermedades crónicas de forma natural. En el territorio griego se encuentran más de 800 manantiales termales dispersos, de los cuales casi 200 están visitados hasta la fecha. Su distribución geográfica a veces está relacionada con eventos tectónicos o con la actividad volcánica del área más amplia.
 
Los antiguos griegos personificaban los elementos de la naturaleza como el agua, que estaba relacionado con deidades, ninfas, héroes y seres míticos. Asclepio, adorado desde el siglo VII a.C., estaba considerado como el dios de los manantiales termales. El Asclepeion de Epidauro y de Cos se encontraban entre los más famosos centros terapéuticos del mundo antiguo y estaban asociados a las termas, que desempeñaron un papel importante en el tratamiento de las enfermedades. 
 
iamat3
 
En Grecia, el uso de baños se remonta a 1500 a.C. Hipócrates, el padre de la medicina occidental, fue el primero en realizar estudios sistemáticos sobre los beneficios de la hidroterapia. Con el paso de los siglos y el desarrollo simultáneo de los tratamientos de balnearios, se ha demostrado que los baños termales rejuvenecen el cuerpo, calman el alma y tienen efectos positivos en la mente. En concreto, se cree que la hidroterapia es particularmente importante para el tratamiento de múltiples patologías, como la artritis,  el reumatismo, así como los problemas dermatológicos, ginecológicos y respiratorios.
 
Las aguas de estos manantiales varían tanto en la temperatura y composición química así como en sus propiedades y su uso; algunas se consideran ideales para beber, como las de las fuentes de Arcadia, que tienen efectos analgésicos en los trastornos estomacales y otras se consideran excelentes para las enfermedades crónicas de los huesos y los músculos. Las instalaciones que operan en las zonas de las termas, ofrecen infraestructuras avanzadas y atención médica especializada que trata cada caso de forma individual, mientras que a veces brindan programas de dieta balanceada bajo la supervisión de un especialista. Adicionalmente, cabe mencionar que hay muchos centros de talasoterapia, integrados en su mayoría en hoteles lujosos, con servicios de alta calidad.
 
iamat4
 
Las aguas termales Pozar, ubicadas en el norte de Grecia, al pie del monte Kaimaktsalan, son unas de las más conocidas de toda Grecia. Con una temperatura constante de 37º C, su piscina olímpica es apta para nadar en invierno y verano, mientras que los más aventureros prefieren las pequeñas cascadas y los estanques naturales junto al río. Exuberante vegetación, altísimos árboles centenarios, empinadas laderas y espectaculares acantilados componen un entorno de belleza incomparable que solo la naturaleza por sí misma podría haber esculpido. Además, cerca de la región de Ilia, existen las fuentes termales de Kaiafas, un ecosistema majestuoso y único, cuyas aguas tienen propiedades curativas, específicamente para las enfermedades musculoesqueléticas. Igualmente famosos son los baños de Edipsos, situados en la bonita isla de Eubea, que florecieron en la época romana, así como las fuentes naturales de la isla de Icaria que brotan del fondo del mar. Otras termas importantes incluyen los manantiales de Loutraki, Lesbos, Kamena Vourla, Methana, Kyllini, etc.
 
C. Skandali
 
Fuente de imágenes: Visit Greece

Etiquetas: Medio-ambiente | Turismo