Las fiestas navideñas son una época en la que la familia y los amigos se reúnen en torno a una mesa festiva en la que se sirven delicias dulces y saladas. En Grecia, suelen incluir algún tipo de carne blanca o roja, patatas, ensaladas y, de postre, melomakárona (bizcochos elaborados a base de miel, naranja y nueces) y kurabiédes (una especie de polvorones elaborados a base de almendras con mantequilla, aromatizados con brandy o con agua de rosas y espolvoreados generosamente con azúcar glas), pero, para Año Nuevo, ¡la pièce de résistance es la vasilópita!
 
 
La vasilópita es un dulce de harina para celebrar el Año Nuevo. Cuando se prepara, se esconde en la masa una moneda llamada φλουρί/flurí (palabra medieval para florín, una moneda de oro de Florencia), normalmente antes de hornearla. Se sirve un trozo a cada persona presente en la reunión de Año Nuevo, y se supone que la persona que encuentra el flurí en su trozo tendrá un año afortunado, y a menudo también se le ofrece un pequeño regalo, tradicionalmente en forma de amuleto de la buena suerte llamado γούρι/guri. También se suele cortar un trozo por Jesús y/o por San Basilio, así como por la casa donde tiene lugar la reunión.
 
El postre suele servirse al final de la comida festiva del día de Año Nuevo, normalmente a mediodía. Sin embargo, una fiesta de Nochevieja casi siempre incluye el corte de una vasilópita, poco después del cambio de año. La mayoría de los griegos toman una vasilópita para el réveillon de Año Nuevo, que se suele celebrar con amigos, y otra para la comida del día de Año Nuevo, que se suele pasar con los miembros de la familia. Además de en casas particulares, las fiestas de vasilópita suelen celebrarse también en empresas, oficinas y lugares de trabajo en general, así como en asociaciones, sociedades, clubes, etc.
 
Siguiendo la tradición culinaria griega, la vasilópita típica tiene el sabor y la consistencia de un pan dulce muy parecido al famoso tsureki (pan con leche, azúcar, huevo y mantequilla), elaborado con masa de levadura y aromatizado con mastija (resina de lentisco) y especia mahalepi. Sin embargo, en las últimas décadas se ha popularizado cada vez más la vasilópita, elaborada con una receta parecida a la del cake, ya que es más fácil de hacer y muy popular entre las generaciones más jóvenes.
 
La vasilópita suele espolvorearse con una gruesa capa de azúcar en polvo o cubrirse de azúcar glaseado o chocolate. Los números del año nuevo suelen escribirse sobre ella con almendras, chocolate o azúcar glaseado, mazapán o, más tradicionalmente, granos de granada, aunque también puede llevar otros adornos.
 
Aparte de la vasilópita griega tradicional, que puede ser como un tsureki típico o tener una consistencia más densa, más parecida al pan -llamada polítiki, que significa «al estilo de Constantinopla», y considerada la vasilópita por excelencia-, existen muchas variaciones locales, según la región. Suelen ser tartas (un plato omnipresente en la cocina tradicional griega), normalmente con un relleno salado. Por ejemplo, en Tesalia se suele preparar un pastel de pollo, en Tracia uno de carne y en Kavala uno de queso o puerros. En algunos casos, la tarta salada se utiliza para el banquete de Nochevieja, mientras que la clásica vasilópita de pan dulce se corta en el almuerzo de Año Nuevo. En la isla de Zákinthos (Zante), en cambio, se utiliza la kulura: es un pan de pasas en forma de bollito a base de vino y se corta en Nochebuena.
 
San Basilio
 
Basil of Caesarea
 
La tradición de la vasilopita recuerda a la de los pasteles de reyes que se pueden encontrar en muchas zonas de Europa (como el Twelfth Cake británico, la galette des rois francesa o el roscón de reyes español) y de otras partes del mundo (como el King Cake de Nueva Orleans), donde casi siempre se esconde una ficha en el postre que trae buena fortuna a quien la encuentra. Se cree que estas costumbres tienen su origen en la época romana, y más concretamente en la fiesta de Saturnalia.
 
La principal diferencia con la vasilopita es que el Pastel de Reyes se consume casi siempre en la fiesta de la Epifanía que, según el cristianismo occidental, conmemora la visita de los Reyes Magos al Niño Jesús; de ahí el nombre de Pastel de Reyes. La versión griega, en cambio, está vinculada a Basilio de Cesarea, cuya fiesta se celebra el 1 de enero.
 
Incluso la palabra vasilópita, que podría significar «pastel de reyes», se supone que significa «pastel de Basilio», ya que el nombre griego Vassilios desciende directamente de la palabra vassileus («rey»). El santo es particularmente respetado en la tradición griega. En lugar de Santa Klaus (una personificación de la Navidad derivada del verdadero San Nicolás), la figura internacional de Papá Noel se identifica de hecho con San Basilio en Grecia y, por ello, los regalos navideños se intercambian tradicionalmente el día de Año Nuevo (fiesta del santo) en lugar de Navidad.
 
Basilio de Cesárea, también llamado San Basilio el Grande (330 – 379), fue un famoso e influyente teólogo y obispo de Cesárea de Capadocia, en Asia Menor. Fue conocido por su generosidad con los desfavorecidos: organizó un comedor social y distribuyó alimentos a los pobres durante una hambruna tras una sequía, y donó su herencia familiar personal en beneficio de los pobres de su diócesis. Por eso se le considera el portador de los regalos navideños.
 
Texto original en inglés vía Greek News Agenda
 
Trad.: C.P.
 
Fuente de imágenes: Visit Greece, Wikipedia
 

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