Olympos, es un impresionante pueblo tradicional en la isla de Karpatos, encaramado a una altitud de 300 metros en el monte Profeta Elías, donde el tiempo parece haberse detenido. Es un lugar de belleza increíble con vistas maravillosas al Mar Egeo. El lado occidental es empinado y termina en un acantilado sobre el mar, mientras que el lado este se extiende hacia un valle verde. La creación de la aldea se atribuye a las incursiones de piratas, que obligaron a los habitantes a buscar refugio en zonas montañosas de difícil acceso. Así, alrededor del siglo VII, se trasladaron a la ubicación actual del pueblo, donde la «fortificación» natural de Olympos les brindó protección.
 
 
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Debido a su localización geográfica y su aislamiento del resto de los pueblos de la isla, los habitantes de Olympos mantuvieron intactas tanto la fisonomía de su pueblo como su especial tradición cultural. Hoy en día, la mayoría de los lugareños se viste con trajes locales y habla su propio dialecto enriquecido con muchos elementos dóricos. Además, cabe mencionar que se trata de una sociedad matriarcal, donde el rol de la mujer es particularmente importante ya que los hombres de la zona estuvieron ausentes por largos períodos debido a su trabajo en el extranjero. 
 
ΓΙΟΡΤΗ ΤΗΣ ΠΑΝΑΓΙΑΣ ΣΤΗΝ ΟΛΥΜΠΟ 1
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La arquitectura de Olympos se asemeja a los asentamientos de islas medievales. En todo el pueblo hay hermosas casas de colores, numerosos molinos de viento, balcones decorados con flores, así como antiguas iglesias ortodoxas, pequeñas calles de piedra, gente hospitalaria y costumbres que se mantienen inalteradas en el tiempo, creando una imagen de una época remota. En los últimos años, el pueblo es visitado por cada vez más turistas, griegos y extranjeros que fascinados por su singularidad se apresuran a conocerlo, pasean por sus callejones, conversan con los habitantes hospitalarios y viven un rato en la misteriosa atmósfera que rezuma este lugar. 
 
C.S
 

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