Guiada por el lema “Ni una ración de comida desperdiciada”, este colectivo humanitario ha decidido «declarar la guerra» al despilfarro de alimentos con un solo propósito: combatir la pobreza. Para ello, “Borume” (Μπορούμε = podemos en español), una organización no lucrativa fundada en 2011, se esfuerza en “salvar” los alimentos desperdiciados antes de que acaben a la basura, donándolos a los más necesitados para paliar sus necesidades nutricionales. Pero no se contentan con ello. Paralelamente, han puesto en marcha una campaña informativa con la intención de sensibilizar y concienciar a la gente sobre la lucha contra la pobreza.
‘’Mi inspiración vino cuando me incorporé como voluntaria en el Banco de Alimentos de Grecia. Ahí constaté la verdadera falta de alimentos a la que se enfrentaban las distintas organizaciones e instituciones humanitarias, así como la creciente demanda de la gente necesitada.
Al mismo tiempo, me di cuenta del derroche irracional de comida a nuestro alrededor; los restaurantes, hoteles o supermercados no saben qué hacer con la comida sobrante al final del día, mientras muchas empresas e individuos ofrecen recepciones con comida abundante que, en la mayoría de los casos, la mitad acaba intacta a la basura.
Me sentí muy preocupada y angustiada por esta paradoja de nuestras sociedades y decidí hacer algo para encarar y dar alguna solución a este problema”, comenta Xenia Papastavru, promotora de esta iniciativa solidaria.
Los voluntarios de “Borume” desarrollan un proyecto polivalente que consta de varios programas y actividades. A través del programa «Preservación y Promoción de la Alimentación» recolectan más de 18.000 raciones de comida al día, logrando así satisfacer las necesidades nutricionales diarias de mucha gente que lo necesita. En colaboración con los voluntarios de otras colectividades, recogen las «malas» en apariencia, pero perfectamente consumibles, verduras y frutas sobrantes de productores y supermercados y las reparten a las personas aquellas que no tienen recursos, que cada vez son más.
Pero para lograr este objetivo, han puesto en marcha una polivalente campaña de divulgación e información de sus actividades con el objetivo de activar una mayor cooperación social, fomentando al mismo tiempo el sentimiento de solidaridad, sobre todo entre los jóvenes.
Los instrumentos para ello son los siguientes programas: «Podemos en la Escuela» que se dirige principalmente a los alumnos de colegios e institutos; «Podemos en el Barrio» con sus frecuentes visitas a los barrios atenienses pretende potenciar la participación de la ciudadanía, mientras «Ninguna ración de comida gastada» promociona las actividades del colectivo en los medios de comunicacion y en los distintos eventos públicos. Finalmente, el programa «Somos Familia» desarrolla una actividad diferente pero igual de importante; se dirige a toda la gente, invitándoles a ofrecer vales de regalo para la compra de alimentos destinados a las familias y personas vinculadas a los programas sociales de los municipios griegos.
Xenia Papastavru, una joven licenciada de Filosofía por la Universidad de Edimburgo y de Relaciones Industriales y Gestión de Recursos Humanos por London School of Economics, está coordinando también el proyecto «Giving for Greece» de la Fundación griega Bodosakis; se trata de una iniciativa que tiene por objetivo ofrecer a las empresas, entidades u organizaciones sensibilizadas con el tema de la pobreza el marco adecuado para desarrollar sus actividades de manera eficiente.
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