La isla de Tinos está situada en las Cícladas, cerca de Mykonos, y es famosa sobre todo por la iglesia de Panaguía Evanguelístria y el icono de la Virgen María que alberga. Sin embargo, no es el único monumento estrechamente ligado a la identidad cultural de la isla. Los palomares que se encuentran exclusivamente en las islas Cícladas, y en particular en Tinos, llaman la atención por su característica construcción.
Dovecotes in Tarambados, Tinos (by Stepanps via Wikimedia Commons)
Estos pequeños edificios encalados y elaboradamente decorados, llamados peristeriónes o columbaria (de peristeri y columba, la palabra griega y latina para paloma, respectivamente) se construyen en laderas protegidas de los fuertes vientos de las Cícladas y cerca de fuentes de agua, como manantiales, y sus fachadas están orientadas hacia el espacio abierto. Muchas tienen dos o incluso tres pisos, en cuyo caso la planta baja suele ser de mayores dimensiones. Si el lugar no está suficientemente protegido del viento, hay uno o dos muros laterales, para crear un cortavientos.
La puerta de entrada es de madera sin grietas para evitar que entren en el edificio depredadores que se alimentan de palomas y pichones, como serpientes o ratas. La parte superior del palomar tiene numerosas aberturas, lo suficientemente pequeñas para que sólo puedan entrar y salir las palomas, y no aves más grandes como cuervos u otras. Estos agujeros para palomas se crean con losas de esquisto, una roca fisible local, que a menudo forman diversas formas ornamentales. El tejado es plano, de arcilla, y sus cuatro esquinas siempre están adornadas con pequeños pilares.
Palomar en Panormos, Tinos (por Stepanps vía Wikimedia Commons)
Su historia
En 1207, tras la Cuarta Cruzada, la isla de Tinos fue ocupada por los venecianos; primero pasó a manos de la poderosa familia Ghisi y en 1390 fue legada a la República de Venecia, que la conservó hasta su conquista por los otomanos en 1715. Se cree que la cría de palomas fue introducida en la isla por los venecianos, que criaban las aves principalmente por sus excrementos, ya que el guano de ave es un fertilizante muy eficaz, ampliamente utilizado en la agricultura hasta principios del siglo XX.
Palomar en Vaketa, Tinos (por Stepanps vía Wikimedia Commons)
En la Europa medieval, la posesión de un palomar era símbolo de estatus y estaba regulada por ley. Sólo los nobles gozaban de este privilegio especial, conocido como droit de colombier. Cuando la isla cayó bajo dominio otomano, los habitantes también tenían derecho a criar palomas, siempre que poseyeran tierras. En los siglos XVIII y XIX se construyeron muchos palomares en Tinos, y los habitantes criaban palomas no sólo por el guano, sino también por su carne. En la actualidad, la isla alberga más de 1.000 palomares.
En 2021 se publicó un libro titulado The Dovecotes of Tinos. Strolling Through the Craft of Stonemasonry in 1955. Contiene una selección de notas de Manuel Baud-Bovy, un estudiante de la Escuela de Arquitectura de Ginebra que visitó Tinos por primera vez en 1955 y quedó impresionado por estas peculiares estructuras. Exploró la isla y registró cientos de palomares. En 2020 se publicó otro libro sobre el tema: The complete listing of the dovecotes of Tinos, de Manthos Prelorentzos.
Artículo publicado originalmente en Greek News Agenda.
Foto de entrada: Palomar en Lychnaftia, Tinos (por Ioannis Psaraftis vía Wikimedia Commons)
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