Con un archipiélago de 3.000 islas, 15.000 kilómetros de costa y con un clima suave durante los meses del invierno, Grecia es el destino ideal para los amantes de la natación invernal.
El invierno griego, especialmente en el sur del país, ofrece la oportunidad de disfrutar de unos hermosos y tranquilos días de navegación sin tener que soportar las incomodidades que produce el turismo de masas o el tórrido calor estival.
En Grecia, los grandes flujos turísticos comienzan a menguar a finales de septiembre; en esta época el clima sigue siendo benevolente ofreciendo casi hasta principios de enero temperaturas agradables de entre 16 y 19°C.
En general, el invierno griego es relativamente seco y soleado en las islas del Egeo y la temperatura en la mayor parte de los mares griegos (región de Ática, sur del Peloponeso, mayoría de las islas y en Creta) oscila entre 14 y 16 ° C durante los meses más fríos, es decir de enero a marzo.
Al respecto, hay que recordar que según las sugerencias de las asociaciones de natación en aguas abiertas la temperatura mínima para que la natación sea posible es de 14°C.
Además de las propiedades benéficas de nadar en el mar, que son bien conocidas por todos, la natación en el mar en invierno resulta especialmente ventajosa para la salud ya que, según afirman los expertos, refuerza el sistema inmunológico, proporciona una mejor resistencia al frío y al estrés y ayuda a dormir mejor.Por ejemplo, en Creta la temperatura del mar no cae por debajo de la de junio (18-19°C) hasta finales de diciembre y los días de lluvia son aquí menos numerosos que en el resto del país. (Se pueden consultar las temperaturas del mar en toda la región en la página web del Servicio Meteorológico Nacional Helénico).
El agua fresca estimula cuerpo y mente, mientras se respira sosiego por todas las playas griegas, libres y sin ruidos para disfrutarlas casi en soledad.
Así que sean valientes y alarguen sus vacaciones por los mares griegos. ¡Al menos el cuerpo seguramente se lo agradecerá !
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