La transformación del matadero es la gran apuesta del Ayuntamiento de Tesalónica para este año, con el fin de crear un proyecto colectivo, un centro de apoyo a la creación, un foco de acción cultural para residentes y visitantes.
Los diseños y maquetas de adecuación arquitectónica se parecen a los de Meatpacking district de Nueva York, el antiguo mercado de abastos neoyorquino al aire libre. El edificio per se es una joya arquitectónica que existe en la zona industrial de la ciudad, al lado del puerto de mercancías. Un edificio construido en 1896, que funcionaba como matadero municipal hasta 1988, con una pausa temporal entre 1978-1980 para reparar los daños provocados por el seísmo de 1978. En 1994 el edificio fue calificado como ejemplo de la arquitectura industrial de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
La alcaldía de Tesalónica, en colaboración con la sociedad non lucrativa ArtBOX, tomó la iniciativa de organizar in situ una serie de eventos para que el público tesalonicense vaya familiarizándose con los nuevos usos del edificio. En este sentido se movilizarán varios artistas en el marco de una programación que incluye arte, diseño, música, teatro, audiovisual, mercado, nuevas tecnologías, formación, ciencias, política social y cultural.
El plenamente restaurado Matadero, rebautizado con el nombre LAB’attoir, (juego entre las palabras francesas “laboratoire” y “abattoir”=matadero), no aspira ser un espacio cultural más sino un verdadero experimento con la mirada puesta en el futuro. Será la respuesta de Tesalónica a muchas cuestiones socio-políticas; una respuesta conformada por el barrio mismo y sus residentes, en su mayoría emigrantes y romá. De hecho, la programación surgirá siempre a través del diálogo abierto entre todos, sin prejuicios y estereotipos y con la esperanza de poder reflejar y expresar los deseos e ilusiones de todos aquellos que probablemente no tengan la costumbre de acudir a espacios culturales pero sí tienen la suerte de vivir al lado de ellos.
El objetivo es ofrecer una plataforma de expresión a distintos grupos sociales, desde alumnos hasta parados y emigrantes. ¿Y cómo se hará eso? Pues, dando cobijo a las propuestas artísticas de individuos y grupos creativos de la ciudad, con la esperanza de auscultar lo que pasa en sus calles y construir un mecanismo interactivo de creación cultural en el que el artista será el catalizador y el ciudadano el “coproductor”, precisan Jristos Savidis y Lidia Jatziiakovu, ambos directores artísticos del proyecto que podría resumirse en la frase “Arte por el cambio social”. Es decir, potenciar el rol de la cultura y del arte como motor del cambio social y el desarrollo viable de la ciudad. Todos los eventos estarán bajo la supervisión del Ayuntamiento de Tesalónica.
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