Los sangrientos conflictos de Siria y Libia y la falta de perspectivas de una solución política han causado más de 12 millones de desplazados, 2,5 de los cuales han buscado refugio en el exterior. Se trata de la mayor catástrofe humanitaria de nuestro mundo tras la II Guerra Mundial, según el Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Parte de esta tragedia se desarrolla ante nuestros ojos, en el Mar Mediterráneo que tiende a convertirse en una fosa común para muchos de ellos que huyen de la violencia de su país.
Ante los últimos naufragios trágicos del Mediterráneo con un terrible coste humano, el primer ministro griego Alexis Tsipras hizo un llamamiento a los jefes de gobierno de los países-miembros de la U.E., instándoles a elaborar un plan de emergencia dando prioridad a la protección de las vidas de los inmigrantes y a una acogida digna de los mismos. Además, el primer ministro griego precisó los puntos principales de dicho plan que deberían ser:
a)Mejorar las estructuras de gestión del flujo migratorio y reforzar las operaciones de búsqueda y rescate.
b)Aliviar la presión migratoria sobre los países de la cuenca del Mediterráneo con una justa “distribución de la carga” tanto económica como de acogida.
c)Asumir iniciativas diplomáticas para la solución pacífica de los conflictos de Siria, Irak y Libia, así como enfrentar de manera decisiva y eficiente el djihadismo.
Por último, Alexis Tsipras reiteró su propuesta para la convocatoria de una cumbre de los países mediterráneos de la U.E., que se ven afectados directamente por las presiones migratorias, con el fin de conseguir una mejor coordinación a la hora de plantear y abordar el tema a nivel europeo.
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