Karaguiosis (Καραγκιόζης en griego, en inglés lo encontramos como Karaghiozis o Karagiozis), adaptación griega del turco Karagöz, que significa el hombre de ojos negros o simplemente ojo negro, es la figura central del teatro de sombras homónimo, un espectáculo callejero popular y muy querido en Grecia. Karaguiosis era una forma popular de entretenimiento para niños y adultos por su carácter cómico y satírico. Algunos comparan a Karaghiozis con las marionetas Guignol, figuras creadas en Lyon en 1808, que también representan un teatro improvisado de carácter cómico.
Los orígenes del teatro de sombras
Sin embargo, los orígenes de Karaguiosis siguen sin estar claros. Según los investigadores, el teatro de sombras se utilizaba probablemente en sesiones de exorcismo o ceremonias religiosas en Asia, con un vínculo con el mundo de los muertos. En efecto, la sombra tiene una función ritual y simbólica: hace visible lo invisible, asociando lo humano, palpable, y la muerte, lejana y ausente. Aunque se desconoce si el teatro de sombras se originó en China o en la India, se sabe que continuó hasta el Oriente Próximo, donde la hegemonía del Imperio Otomano permitió su expansión desde Turquía hasta la costa norteafricana entre los siglos XIV y XVI. El teatro de sombras era una forma popular de entretenimiento para las clases medias, a menudo representado en celebraciones religiosas o familiares. Finalmente, este arte no llegó a Europa Occidental hasta el siglo XVIII.
La tradición del teatro de sombras se extendió por todo el Imperio Otomano evolucionando y adaptándose a las costumbres, lenguas e historias locales, convirtiéndose en un entretenimiento popular favorito de las diversas culturas del Imperio Otomano, incluidos griegos, judíos, albaneses, turcos y árabes. La versión turca se representa en cafés y el espectáculo, sólo para adultos y mayoritariamente masculino, se caracteriza por un lenguaje vulgar y ofensivo.
El Karaguiosis griego
Izquierda: el showman Dimitrios Sardunis o Mímaros | Derecha: Figuras del teatro Karaguiosis (1900-1930), Fuente: Museo Spazaris del Teatro de Sombras
En Grecia, el «hombre de ojos negros» parece haber hecho su primera aparición en Ioánina (Ιωάννινα), Epiro, entonces bajo dominio otomano, a finales del siglo XVIII-XIX. Existen testimonios escritos de que Karaguiosis fue actuado en la ciudad donde gobernador era el famoso Alí Pachá por un «karaguiosopektis» (=titiritero, «καραγκιοζοπαίκτης» en griego) de origen judío llamado Jacob. Karaghiozis aparece entonces en Nauplia en 1841 presentado por Yánis Brájalis, pero es en la década de 1890 en Patras cuando el hombre de espectáculos Dimitrios Sardunis o Mímaros (1859-1912) heleniza esta figura popular eliminando todos los elementos vulgares del espectáculo inicial, transformándolo así en un entretenimiento público para toda la familia.
Karaguiosis es ahora un griego que vive en el Imperio Otomano. Está deliberadamente caricaturizado. Vive en una cabaña, es pobre, feo, anda descalzo y vive frente al palacio del visir. Karaguiosis es el hombre de los mil trabajos y las mil miserias. Representa al pueblo oprimido que se enfrentará a los poderosos para triunfar sobre ellos, haciendo una sátira social o política de la situación del país. Su principal ventaja es su brazo derecho, cinco veces más largo que el izquierdo, y que en realidad ha sustituido al enorme falo de la versión grotesca turca de Karaguiosis.
En el teatro de sombras griego encontramos a los mismos dos protagonistas cómicos del Karagöz turco, a saber, Karaguiosis y su amigo Jatsiavatis (Karagöz y Hacivat, en turco). La forma es siempre estricta: una introducción cantada seguida de un diálogo introductorio, a menudo una discusión cómica entre Karaguiosis y Jatsiavatis que se basa en juegos lingüísticos, tras la cual se desarrolla la trama de la escena elegida, y finalmente un epílogo dirigido directamente al público. Entre los elementos, siempre encontramos a la izquierda la cabaña de Karaguiosis y a la derecha el palacio del visir (griego), o pachá (turco): dos puntos clave ya que las tramas giran generalmente en torno a las oposiciones entre el pueblo, simbolizado por la cabaña, y el poder, representado por el palacio. Numerosos personajes secundarios de orígenes étnicos y sociales diversos, identificados por sus trajes y sus formas de expresarse, acompañan a los dos protagonistas.
El papel del «karaguiosopektis»
El teatro de Karaguiosis tuvo su época dorada en Grecia antes de la Segunda Guerra Mundial. En aquella época había más de cien hombres del espectáculo en todo el país. El «karaguiosopektis» es el alma del espectáculo. Oculto tras una sábana blanca, maneja las marionetas y los decorados, hechos de piel de cabra y cartón y cambia su voz según el personaje. Entre las figuras y el intérprete hay velas o lámparas que iluminan a los personajes y hacen visibles sus siluetas al público a través de la tela. Los textos del espectáculo son a menudo improvisados, ya que están tomados de la literatura oral. Con libertad de expresión, el titiritero se burla del gobierno y del poder en general, utilizando toda la gama de la comedia a través de sus marionetas. Responsable de todos los aspectos de la obra, el titiritero es mimo, escritor, músico, cantante, director de escena y director ¡todo en uno!
Los showmen solían utilizar música y canciones para hacer más atractivo el espectáculo. Incluso había canciones características para cada personaje. Los grandes showmen de principios del siglo XX, como Molas (1871-1948) y Jarídimos (1895-1970), tenían una orquesta con un gran número de instrumentos musicales para sus espectáculos, como clarinete, violín, santuri, piano, acordeón, trompeta, clarinete, guitarra, etc.
Uno de los titiriteros más conocidos de la Grecia contemporánea es Evguenios Spazaris (ΕυγένιοςΣπαθάρης | Evgenios Spatharis), hijo de Sotiris, a su vez titiritero de Karaguiosis, que empezó a hacerse un nombre como titiritero durante la Segunda Guerra Mundial, en 1942. A partir de 1980 presentó un programa especial sobre Karaguiosis en la televisión pública griega. En 1991 creó el Museo Spazaris de Teatro de Sombras en Marusi, al norte de Atenas.
La llegada del cine y la televisión supuso un duro golpe para el teatro Karaguiosis. Hoy hay menos intérpretes, pero la nueva generación, representada por los dinámicos Azos Danelis e Ilías Karelás, intenta revivir y reinventar el espectáculo mediante sinergias con grupos musicales y otros artistas, conservando al mismo tiempo el humor subversivo de Karaghiozis y el espíritu de sátira que siempre resulta tan divertido.
Texto original en francés vía GreceHebdo
Trad.: C.P.
Etiquetas: arte | Historia | Patrimonio