El Primer Ministro griego, Alexis Tsipras, realizó una visita de dos días a Turquía (17 y 18 de noviembre), la primera que realiza un mandatario extranjero desde las últimas elecciones en el país. La visita tuvo lugar a la sombra de los múltiples atentados terroristas de París y, como era de esperar, su agenda fue marcada por el tema de los refugiados, pero también se abordaron las relaciones bilaterales y los acontecimientos políticos en Oriente Medio.
Tsipras se entrevistó con el Presidente Tayip Erdogán y con su homólogo turco, Ahmet Davútoglu, con el que el primer día de la visita había seguido un partido amistoso de fútbol entre Grecia y Turquía. También mantuvo en encuentro con el Patriarca Ecuménico Bartolomé I en Estambul.
Los dos dirigentes reconocieron que la cuestión de los refugiados no concierne solamente a Grecia y Turquía y que la UE debe elaborar una “solución conjunta”. No obstante, siendo ambos países los que reciben la mayor presión de las olas de refugiados, prometieron cooperar mutuamente formando “grupos de trabajo bilaterales” dirigidos a la solución del problema y, al mismo tiempo, emprender esfuerzos conjuntos para combatir a los traficantes de personas, a los que Alexis Tsipras describió como culpables en el drama de los refugiados sirios que intentan cruzar el Egeo para llegar de Turquía a Grecia.
Otro de los temas tratados en la reunión fue el conflicto de Chipre en el que, según Davutoglu, «hay una ventana de oportunidades» para resolverlo mediante el diálogo.
«Tengo 41 años y discutimos la cuestión de Chipre desde que tengo uso de razón. Ha venido el momento de invitar a ambas comunidades a resolverlo; por supuesto debe ser una solución consensuada con todas las partes», dijo también Tsipras.
Hizo también referencia a las «violaciones del espacio aéreo griego» y «las maniobras de buques de guerra turcos en el Egeo», cuestiones que dijo «se pueden resolver todas mediante un diálogo franco».
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