Acaba de completarse el complejo y difícil proyecto de restauración de la Academia de Atenas, iniciado en 2003. Los atenienses pueden ya contemplar de nuevo la magnífica ornamentación dorada de este inmueble considerado como una joya del clasicismo única en el mundo.
Anteriormente, por falta de conocimientos técnicos y experiencia en la conservación de tales edificios, en vez de restaurarlos simplemente los recubrían con pintura. “Lo que hicimos esta vez fue revelar la pintura decorativa original», subraya Yorgos Pavlópulos, jefe de la empresa «Aeinaes» que se hizo cargo de la restauración de los decorados, del techo de madera y de los muebles, utilizando para el restablecimiento de los colores finas láminas de oro de 22 quilates. Por otra parte, la compañía «Dioscuros» llevó a cabo el mantenimiento de la decoración escultórica del edificio.
El más hermoso edificio neoclásico del mundo
La historia del inmueble comienza en 1856 con la donación del magnate griego de la época, Simon Sinas, quien cree que con la construcción de la Academia Grecia merecería un puesto relevante entre los estados civilizados de Europa. Encarga el diseño del edificio al arquitecto danés, Teófilo Hansen, quien diseña también la Biblioteca Nacional, mientras su hermano mayor, Christian Hansen, idea el proyecto arquitectónico de la Universidad de Atenas. Los tres edificios se alzan el uno al lado del otro en la céntrica avenida Panepistimiu configurando la magnífica “trilogía neoclásica” de Atenas.
Los trabajos de construcción avanzan rápidamente después de 1861 bajo la supervisión de Ernst Ziller (1837-1923), puesto que las obligaciones profesionales impiden la presencia de Hansen en Atenas, y se completan en 1885. No obstante, en ausencia todavía de una Academia nacional el edificio es utilizado como sede de otras instituciones: Alberga sucesivamente el Museo Numismático hasta 1890, el Museo Bizantino hasta 1914 y los Archivos del Estado hasta 1926 que es cuando se transfiere a la recién fundada Academia griega de Ciencias, Humanidades y Bellas Artes.
La Academia de Atenas es considerada como la obra más importante de Teófilo Hansen y representa por excelencia el estilo neoclásico griego de este período. Aunque evoca las formas del arte antiguo clásico, la incorporación de elementos eclécticos y la cargada ornamentación reflejan también la tendencia arquitectónica ateniense de esta época. El edificio principal hecho de mármol de suprema calidad –Kallimármaro- está flanqueado por dos altas columnas jónicas que sostienen las estatuas de Apolo y de Atenea. El relieve del friso central representa el nacimiento de la diosa Atenea, mientras en los enormes murales del salón de reuniones se reflejan escenas del mito de Prometeo encadenado. Según el académico Chrísanthos Christu, «la decoración del edificio puede ser considerada como la más importante y completa no solo de Grecia sino de toda Europa».
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