A finales del mes pasado el Instituto de Investigación sobre la cultura bizantina de la Universidad del Peloponeso adquirió su propia sede, en la emblemática ciudad de Mistrás, inaugurada por Prokopis Pavlópulos, Presidente de la República Helénica. En un magnífico edificio de piedra, que antiguamente había albergado una escuela primaria, el Instituto procurará realizar su ambicioso propósito de transmitir al Occidente la civilización bizantina y, a través de ella, las civilizaciones griega y romana, que han sido y siguen siendo los pilares fundamentales del majestuoso y polifacético edificio de la cultura europea hasta nuestros días.
Para tal propósito Mistrás fue concebido como el sitio ideal de albergar el Instituto, ya que fue la capital del Despotado de Moreas -bajo dominio latino en la época de las cruzadas y reconquistado más tarde (1262) por el emperador Miguel VIII Paleólogo- y el último centro de cultura bizantina donde desarrollaron su pensamiento filosófico varios académicos, entre ellos el filósofo neoplatónico Georgios Gemistós Pletón, ejerciendo una gran influencia sobre el Renacimiento italiano.
El Instituto es un núcleo de investigación científica que abarca todo el espectro de la civilización bizantina (arqueología, artes, historia, filología, filosofía, derecho, ciencias y tradiciones populares) poniendo especial énfasis en el estudio del Peloponseo y más concretamente de la provincia de Laconia. Su funcionamiento hasta ahora registra un balance muy interesante que se traduce en muchas colaboraciones con varias universidades y centros de investigación internacionales, mientras al mismo tiempo prepara una serie de programas de posgrado y doctorado en los que enseñarán reconocidos bizantinólogos.
En su discurso inaugural, el Presidente griego recalcó que “las raíces de la civilización europea y, en general, occidental, se remontan al fértil terreno de la civilización de la antigua Grecia la cual pudo viajar durante cinco siglos gracias al vehículo de la antigua Roma. Y ese amalgama cultural hubiera sido borrado sin la impronta final con sello propio de la civilización bizantina en cuyos aspectos múltiples aspira a profundizar el Instituto”.
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