A tres días de las elecciones anticipadas, en el panorama prelectoral griego continúa de reinar la incertidumbre. El duelo televisivo del pasado lunes entre Tsipras y Meimarakis no dio un claro ganador arrojando más incertidumbre sobre los probables resultados electorales del próximo domingo. 

 Según los sondeos, Tsipras y Meimarakis, principales contrincantes de esta batalla electoral, se encuentran codo a codo, con lo que quedan abiertas todas las hipótesis que se barajan sobre posibles pactos post-electorales. Quedan todavía los mítines finales de los dos grandes partidos, SYRIZA y Nueva Democracia, para intentar captar lo que puedan del alto porcentaje (17%) de indecisos. 
Todo dependerá de la capacidad de SYRIZA de reconquistar en el último momento los indesisos de su electorado, decepcionados por el viraje político de su partido, detener la abstención que parece favorecer a Nueva Democracia, así como desalentar el voto contestatario, antisistema o “excéntrico” que posiblemente vaya a parar en los partidos más pequeños muchos de los cuales no podrán superar el umbral del 3% para entrar en el Parlemento. 
Recordamos que el Parlamento griego tiene 300 escaños, con lo que la mayoría absoluta requerida es de 151. La ley electoral establece una barrera del 3% a nivel nacional para obtener representación parlamentaria y premia al partido ganador con 50 escaños más de los obtenidos en el reparto proporcional. 

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