Por Adriana Martínez Querrero

Yo soy Adriana Martínez Guerrero, colombiana nacida en Bogotá. Llegué a Grecia el 6 de enero del 2000, estoy casada con Yannis Farsaris, exoficial de la marina griega, nacido en Creta con quien tenemos dos hijos, Manolis de 15 y Alexandra de 12 años. Soy comunicadora social y periodista, especializada en comunicación organizacional y actualmente estoy estudiando un máster en administración empresas en la Universidad Heleno-Americana. Soy la fundadora y directora de la revista cultural Sol Latino y del Festival Iberoamericano de Literatura en Atenas, Festival LEA.

Vivo en Atenas hace 15 años y me encantan tanto la ciudad como el país en general. Mis lugares favoritos son mi barrio, Paleó Fáliro, donde disfruto de manera especial caminar por el malecón del mar con mis hijos y mi perrita Lola.

Para mí caminar por el centro de Atenas es una aventura diaria que me llena de experiencias nuevas y de placer. Disfruto al máximo pasear por las calles de Plaka y Monastiraki y tomar un café al son de las veladas de varios de los espacios culturales que residen en esa área y que cada vez ofrecen eventos con gran calidad y riqueza cultural.

En verano viajamos siempre a Creta, a Aghios Nikolaos, ciudad natal de mi esposo, donde tenemos un pequeño hotel familiar y donde trabajamos todos con mucha alegría ofreciendo lo mejor de la hospitalidad cretense. Me gusta mucho la comida de Creta, pero sobretodo me gusta la manera como los cretenses se deleitan con el arte de comer. Es un ritual en sí mismo, compartir varios platillos o mezedes en compañia de un buen rakí y conversaciones alegres sobre la vida, el amor, el presente, el pasado y el futuro. Mi plato preferido es la «yemistá» o tomates rellenos acompañados de un buen queso feta.

aghios nikolaos kritiLo que más admiro de los griegos en esta coyuntura en la que vivimos, es su fortaleza, paz y respeto por la vida. Son capaces de hacer dos movilizaciones opuestas en un mismo día en lugares muy cercanos sin ningún conforntamiento violento. La libertad de expresión y el respeto a la diferencia ha sido un elemento básico en la mayoría de los griegos y esto es algo que no debe perderse. Me siento muy feliz y orgullosa de tener hijos griegos, de vivir aquí en este momento histórico no sólo para Grecia sino para Europa en general y de aportar con mi ser y mi trabajo un granito de arena para que nuestro país sea un poquito mejor cada día. Estoy segura que Grecia se levantará de esta crisis más fuerte y con un futuro mejor; de hecho, la historia lo ha probado, los griegos siempre salen adelante.

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