Keramikós, el cementerio de la época clásica de Atenas, ofrece al visitante un impresionante paseo arqueológico de Atenas entre magníficas esculturas y destacados monumentos funerarios. Con este sagrado lugar María Loizidu armoniza su obra “LA TRANSICIÓN!” (A TRANSFER) cuyas instalaciones escultóricas conversan con la memoria del lugar y las huellas del arte antiguo griego, mostrando aspectos de la artesanía feminina relacionados con el arte de tejer, el trabajo colectivo, la relación con el tiempo y la impronta de la esencia femenina sobre los bordados. 

María Loizidu teje un material aparentemente rígido y difícil de usar como es el hilo de acero inoxidable, dando formas a obras ultrafinas que suprimen la obsoleta ya distinción entre arte y artesanía. 

El visitante viene en contacto con las obras etéreas de la artista, volúmenes que están colgados de un árbol recordando urnas funerarias o una alfombra volátil con nombres antiguos y contemporáneos; piezas que tienen como punto de partida un enfoque artístico y mental de la historia y los monumentos del mencionado sitio arqueológico. 

“He intentado reexaminar el uso del yacimiento de Keramikós con un enfoque reflexivo y cognitivo, penetrando en el lugar con instalaciones que pretenden revelar y no representar la huella oculta. He procurado no imitar la antigüedad pero retener de ella la fuerza de la transición. Un cementerio es el lugar idóneo que asegura un recuerdo prolongado de la vida”, explica María Loizidu. 

¿Pero qué se puede hacer en un recinto arqueológico -que por definición es un cementerio- para que na funcione como un cenotafio del arte? 

La respuesta nos la da la comisaria de la exposición, Siragó Tsiara, quien del trabajo de la artista escogió la práctica de tejer que de por sí conlleva una trama, una narración. Según ella, “Loizidu ha tejido el cementerio de Keramikós con miles de puntadas y una compilación de innumerables imágenes y reflexiones asegurando la cohabitación tranquila de su obra con el lugar que la hospeda. Keramikós representa el lado oscuro de nuestra existencia, el revés del tejido. La colección de la artista recuerda una función primordial del arte, que es la reflexión sobre vivencias pasadas, sentimientos y experiencias que se relacionan con la historia individual y colectiva del pueblo”. 

La exposición permanecerá abierta hasta el 31 de octubre y va enmarcada en el proyecto “OBRA EN LA CIUDAD” llevado a cabo anualmente por el Organismo Cultural “NEON” que permite a un artista cada vez diferente a exponer temporalmente su obra en un espacio público.

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