Jorge Arbeleche (Montevideo 1943) es poeta, ensayista y profesor de literatura. En 1999 recibió el Premio Nacional de Literatura de Uruguay. Es miembro de número de la Academia Nacional de Letras de Uruguay y socio fundador de la Casa de los Escritores de Uruguay. Ha representado a Uruguay en diferentes eventos culturales internacionales y participado como invitado en numerosos festivales de poesía.
 
 
¿En estos años tan difíciles, que la crisis ha afectado profundamente a la gente, cree usted que los poetas tienen que hablar o tienen que callarse?
 
Creo que la poesía es la expresión más absoluta de la libertad y pienso que los poetas, toda la vida, siempre han hablado. Porque la poesía es precisamente hablar, denunciar, decir. Entonces, creo que los poetas no se deben callar. Hay formas y formas de hablar. En Uruguay, se vivió una dictadura de 12 años, entre 1973 y 1985, cuando comenzó la democracia, se registró una expresión poética muy sutil, una expresión poética que debía leerse entre líneas. No es que hubiera una poesía panfletaria, de decir las cosas en segunda tribuna, porque se sabía que después eso era sinónimo de censura, castigo, expulsión, etc. Entonces se dejaban decir las cosas entre líneas. Además, el poeta tiene la facultad y la posibilidad de hablar por medio de imágenes, de metaforas. Entonces también eso agudizó y afinó la sensibilidad o las posibilidades expresivas del poeta, y se dijo lo que debía decirse entre líneas.
 
¿Un crítico literario como usted puede escribir poemas liberado de la autocrítica?
 
Yo, más que crítico literario, me considero poeta y profesor. También he hecho crítica literaria porque viene todo ligado. De alguna manera pienso que la crítica es también una forma de la creación literaria y pienso que es sobre todo una manera de ayudar a la comprehensión del hecho literario. Por lo tanto, lo veo más ligado al acto creativo y al acto docente. Entonces pienso que no hay discordia, no hay necesidad de oposición, sino que todo se integra. Yo si tengo que considerar como columna vertebral de mi identidad literaria, consideraría que la poesía está antes que todo. Podríamos decir que la crítica literaria es estudio sobre determinados autores. He escrito y he trabajado sobre autores españoles como Antonio Machado, García Lorca, escritores hispanoamericanos como García Marquez. Esos son los puntos referenciales de mi trabajo crítico. Después he sido docente, he enseñado toda mi vida y soy naturalmente poeta.
 
¿Cómo ve usted hoy la poesía contemporánea en América Latina y a nivel internacional?
 
Pienso que la poesía tiene una naturaleza viva que está muy palpitante, es que tiene una fuerza explosiva, muy destacada que en América Latina eso se ha mostrado en las nuevas corrientes de los jóvenes y de los no tan jóvenes, pero que ha mostrado una fuerza vital muy destacada y que ha transformado las expresiones poéticas. Hoy por hoy, ciertas modalidades expresivas poéticas de antes se consideran obsoletas, se consideran lejanas, se considera que tienen un valor histórico, pero no un valor modélico, ya no son modelos, son grandes momentos que en la poesía de habla española se revolucionan en determinadas circunstancias. Por ejemplo Neruda fue uno de los grandes revolucionarios de la poesía, antes fue Ruen Darío. Hoy por hoy podemos hablar de nuestro Cardenal. Estoy hablando siempre de poesía en lengua española que es lo que yo más conozco. No me atrevo hablar de poesía en otros idiomas porque no tengo el conocimiento. Por supuesto, conozco poesía en italiano, poesía en francés, en inglés, pero no conozco nada de Alemania o de otras lenguas. Más las conozco por traducciones, entonces prefiero no emitir opinión. Pero creo que la poesía está siempre muy viva.
 
¿Cuáles son sus fuentes de inspiración cuando escribe sus poemas?
 
¡La vida! Todo lo que acontece a mi alrededor, todo lo que toca a mi experiencia vital, todo lo que me remueve, tanta sea como recuerdo o experiencia del pasado o experiencia vital esté contemporánea. Pero nada de lo que ocurre en la vida es ajeno a la poesía, según mi experiencia. 
 
 

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