Grecia en el punto de mira internacional

«Recurso al referéndum», «Cierre de bancos», «Corralito», «Fin del programa de ayuda sin nuevo acuerdo», «Incertidumbre generalizada»; son solo algunos de los titulares que se suceden en primera página de la prensa internacional la última semana. Para unos, la cuestión del referéndum es un acto sublime de democracia y dignidad frente a las desastrosas políticas de austeridad y los chantajes de todo tipo; para otros la cuestión formulada comporta el «sí» o el «no» al euro y a la Unión Europea. 

Tras la primera opción encontramos a los partidarios de SYRIZA y los Griegos Independientes y, tras la segunda, están los partidarios de la Nueva Democracia, del PASOK y de los liberales de POTAMI. 

«La intención firme del Gobierno es llegar a un acuerdo con nuestros socios», ha declarado el Primer Ministro, Alexis Tsipras, en su mensaje televisivo de ayer a los griegos. «El referéndum no es un golpe de Estado tal y como lo han calificado los que se oponen a él. Son los gobiernos designados lo que equivale a un golpe de Estado», dijo Alexis Tsipras agradeciendo a los ciudadanos griegos por su serenidad, invitándoles,al mismo tiempo, a votar por el No. «El No no significa la ruptura con Europa, sino el retorno a la Europa de los valores. El No conducirá a un acuerdo viable», ha insistido el Primer Ministro. Por su parte, el jefe de la oposición, Antonis Samarás, ha acusado al Gobierno griego de «haber mentido y conducido el país a la bancarrota. Pero, el pueblo no ha dicho todavía su última palabra», añadió.

El Gobierno griego ha presentado, el martes, una nueva propuesta a los acreedores acompañada por una carta del Primer Ministro. Los Ministros de Finanzas de la zona euro, reunidos ayer miércoles por teleconferencia examinaron la solicitud griega, que proponía un programa de apoyo de dos años, y decidieron que no hay ninguna base de conversación para un nuevo programa antes del referéndum del domingo. En la misma dirección, Angela Mérkel ha rechazado hablar o negociar antes de la celebración del referéndum, mientras que el Presidente francés, François Hollande, se inclinó por un acuerdo inmediato entre griegos y acreedores.