¿ Ahora que Grecia este verano sale del programa de rescate, cómo ha sido sentida la crisis griega en España por el pueblo español?
En mi opinión, la mayor parte de los españoles vio la crisis de la deuda griega con sentimientos encontrados a medida que se desarrollaron los acontecimientos. Siempre sintieron, sobre todo, simpatía hacia el pueblo griego y solidaridad ante el padecimiento de los ciudadanos griegos, que pagaron las consecuencias de una situación que no habían causado. Hubo cierta insolidaridad de unos e irresponsabilidad de otros, que no usaron su liderazgo para dar a conocer la situación a sus conciudadanos y persuadir a aquellos y a los socios de la necesidad de hacer frente a una grave crisis económica. Creo que también hay acuerdo en que nuestras instituciones comunes no contaban con las estructuras adecuadas para encarar la crisis. Como el sistema no funcionó, se hicieron necesarias actuaciones urgentes, pero dolorosas. Ahora hay que esperar que todos hayamos aprendido la lección para el futuro.
¿Cambió la crisis griega la imagen de Grecia como país y en qué manera? ¿Cómo percibió este cambio el pueblo español?
Cambiaron algunos aspectos de la imagen de Grecia como país. Lo que cambió tiene que ver con cómo afrontar los restos del presente y del futuro. Por ejemplo, se demostró que debemos reducir el nacionalismo heredado y concienciarnos de que vivimos en una sociedad global. Debemos aumentar la cooperación y conjugar nuestros valores sociales y culturales con la competitividad económica en un mundo globalizado. Esas tareas corresponden a la sociedad en su conjunto, y a sus representantes, en particular. En mi opinión, otros aspectos de la visión que los españoles tenemos de Grecia permanecen. Ese es el caso de nuestra sensación de proximidad afectiva, de la impresión de que nuestras sociedades tienen valores parecidos, de la hospitalidad griega y de la trascendencia de la contribución griega a la historia de la humanidad.
¿Cómo evalúa la enseñanza de griego antiguo y moderno en España?
Si consideramos lo sucedido en el último medio siglo en su conjunto, podemos afirmar que la enseñanza del griego antiguo se extendió enormemente en estos cincuenta años. Ello se debió gracias sobre todo a que el número de estudiantes de enseñanza media primero y de enseñanza universitaria más tarde se incrementó de manera enorme, tanto por causas puramente demográficas como por la extensión primero y por la obligatoriedad después, de la enseñanza media y por el enorme aumento de estudiantes universitarios hasta aproximadamente el 2000. Desde entonces el número de estudiantes de enseñanza media y universitaria se mantiene estable o incluso ha descendido. La extensión de la enseñanza del griego clásico entre la población corrió unida con la mejora de la calidad, tanto en los métodos didácticos como en la preparación académica y profesional de los profesores. También mejoró la investigación y se ha avanzado mucho en la internacionalización. Pero en los últimos años se observa un descenso en la demanda de estudiantes de griego antiguo en la enseñanza media, que repercute sobre la enseñanza universitaria. En pocas palabras, tras un periodo de florecimiento y una última fase de estancamiento, necesitamos ahora mejorar o al menos mantener la extensión y la calidad de la enseñanza del griego clásico.
La enseñanza del griego moderno está muy ligada aún a la enseñanza del griego antiguo. La mayoría de los que se interesan por el griego moderno proceden de quienes se han interesado previamente por el griego clásico. Sin embargo, entre los que estudian griego antiguo el interés por el griego moderno es creciente y cabe esperar que mejorará la situación progresivamente porque tenemos buenos profesores y buenos centros que están en contacto con los centros de Grecia y de Chipre.
¿Cómo ve Ud. la influencia de la enseñanza en la imagen de Grecia actual?
La enseñanza, en general, influye de modo muy positivo sobre la imagen que los estudiantes se hacen de la Grecia actual. La valoración que se transmite a los estudiantes acerca del pasado de la cultura griega, tanto en la ciencia como en artes plásticas, en la organización democrática y en la promoción de los valores humanos, es muy alta. Todo ello debe estimular a la Grecia actual para corresponder a las elevadas expectativas que los jóvenes tienen sobre ella.
¿Cuál es el papel de la Fundación Pastor y cómo se podría desarrollar?
Desde 1954, fecha en que se constituyó, la Fundación Pastor de Estudios Clásicos, que es una entidad sin ánimo de lucro de carácter benéfico-docente, tiene el objetivo de fomentar el conocimiento de las fuentes grecorromanas de la civilización occidental. Para cumplir este objetivo, la Fundación Pastor promueve y organiza cursos, congresos, sesiones de cineforum y talleres de lectura destinados a que tanto el público general como audiencias especializadas disfruten conociendo nuevos aspectos del mundo clásico. Además, otorga premios anuales a las tesis doctorales y trabajos de fin de máster que tratan sobre el mundo clásico y han sido defendidos en universidades españolas. También publica libros sobre la Antigüedad clásica y mantiene una biblioteca pública especializada, de la que forman parte 350 papiros escritos en el antiguo Egipto en griego y en copto y varios centenares de libros de los siglos XVI en adelante. Por otro lado, la Fundación Pastor colabora con otras instituciones que promueven los mismos o parecidos fines. Como es natural, las actividades relacionadas con la Grecia actual tienen también cabida en la Fundación, que está regida por una Junta de quince miembros, entre los que se cuenta el Embajador de Grecia en Madrid.
¿Cómo se podría potenciar el papel de la Fundación Pastor? Toda ayuda es bienvenida, pero lo más importante es la participación en las actividades. Estoy seguro de que todas las personas con inquietud cultural y con deseo de fomentar los valores propiamente humanísticos disfrutan participando de nuestras actividades en un ambiente atractivo y en un espacio grato. Por eso hago un llamamiento a visitarnos y a recabar información para mantener y, si es posible, mejorar nuestras actividades.
Fuente: Embajada de Grecia en España, Oficina de Prensa y Comunicación