Εn el Panorama Griego de esta semana les presentamos parte de la entrevista con Kostas Georgusópulos, concedida recientemente (5.2.2018) en el boletín germanófono de Griechenland Aktuell.  

Kostas Georgusópulos es crítico teatral, escritor, traductor, letrista. En 2008 se le otorgó el Gran Premio Nacional de Literatura por el conjunto de su obra en las Letras griegas. Hablamos con él del teatro griego moderno.

(Parte uno)

¿Tiene el teatro griego moderno un lugar especial entre el teatro europeo?

Sin duda podría tener uno. Tenemos muchos autores de posgeurra que son muy importantes. No me refiero sólo a Xenópulos, sino también a autores de los años ’50, ’60, tales como Kampanelis y sus contemporáneos, (12-15 autores) que no son nada inferiores a los grandísimos autores europeos. Europa no tiene obras teatrales de posguerra, mientras que nosotros tenemos a Kampanelis, a Murselas, a Mátesis, a Dialegmenos, a Maniotis etc, cuyas obras fueron representadas en el pasado, incluso durante la dictadura, (1967-1974). Como crítico teatral, sería tontería de mi parte que no apoyara a los autores griegos. En concreto, se prevé algo así  por la Ley Constitutiva del Teatro Nacional de Grecia (1932, la Ley introducida por Yiorgos Papandréu, el Ministro de Educación de aquel período) “…el Teatro Nacional se esteblece con el objetivo de introducir al público griego en la dramaturgía global y de apoyar el teatro griego moderno.” En mi época eso sucedió, e incluso durante los años difíciles de la dictadura,  por intermedio de dichas obras se formó la conciencia de la Resistancia, el enfrentamiento moral del pueblo griego con la Junta militar. Las obras de Matesis, de Murselas, de Dialegmenos, fueron representadas muchas veces, aun por las cadenas públicas. ¿Porqué no se representan más? Hay algo en todo esto que no me gusta. Me opongo con todas mis fuerzas a que el Teatro Nacional todavía no haya montado ninguna obra de Mátesis, de Murselas, de Anagnostaki. (después de su muerte). Es increíble. Mientras que en el Teatro Nacional de Londres se estrenaron las obras de Sarah Kane, cuando ella tenía sólo 21 anos.

¿Se representan obras griegas en Europa hoy día?

Se podrían representar. Tenemos obras teatrales importantísimas. Algunos años atrás, el Ministerio de Cultura había encargado a la Asociación de Escritores Griegos la traducciόn a distintas lenguas extranjeras de 30 obras griegas modernas. Una vez terminadas las traducciones, el Ministerio de Cultura tenía que encontrar un grupo de teatro europeo y financiar el 50% de la producción teatral, en el caso de que aquel grupo teatral montara alguna de aquellas obras. Pero nunca pasó algo así, porque evidentemente el Ministerio griego nunca estuvo dispuesto a financiar dicho proyecto. Cuando una obra de Kampanelis fue jugada en Rusia por el Teatro de Arte de Moscú, dicha obra tenía tanto éxito como las obras de Chekhov. Eso podría pasar por toda Europa, pues tenemos obras así, pero ¿dónde están ahora estas obras? Traducidas, disponibles para cualquiera, en la página web de la Asociación de Escritores Griegos.

¿ Qué opina del festival de Epidauro ?

Tuve la suerte de estar presente en Epidauro (1954) cuando se estrenó la tragedia Hipólito de Eurípides. Desde entonces, estoy presente cada año en el Festival, incesantemente por los últimos 60 años, y puedo decir con mucho desagrado que año tras año se reduce el prestigio del festival.  Hasta 1960 había un equipo de trabajo (compuesto por actores, directores etc, todos empleados del Teatro Nacional) dedicado exclusivamente al drama griego antiguo. Se encargaba exclusivamente de la preparación de la tragedia-comedia del verano, preparándose para ésta desde el otoño del año anterior. Gracias a aquel equipo, por aquel entonces, el drama griego conquistó a las audiencias extranjeras y sobresalió, resplandeció por su grandeza en Nueva York, en Londres etc.  La gente, los directores de teatro y los actores extanjeros estaban celosos de los actores griegos y apreciaban enormemente el lugar de Epidauro. Por desgracia, hoy día no es así. No existe más aquel prestigio del pasado. Con el paso de los años hemos visto llevarse muebles al teatro de Epidauro, (sillas, camas etc). Μuchos artistas intentaron imitar las prácticas (escenografía o utilería) del teatro burgués. No debería ser así. Los personajes del drama antiguo son héroes míticos. Hemos llegado a imitar los espectáculos televisivos, las habitaciones, la vida diaria, pero en Epidauro, no, no debería ser así.

Aun durante la crisis, el cine griego floreció. ¿No podría pasar algo así en el caso del teatro?

Por supuesto, pero tiene que ver con la política. Tal cosa sólo podría ocurrir siempre que el Estado griego fomantase el teatro. Desafortunadamente, no tenemos la misma política en cuanto a nuestro teatro que en cuanto a nuestra arqueología, p. ej.  ¿porque no apoyamos económicamente a compañias teatrales en el extanjero para la representación teatral de obras griegas mientras que al mismo tiempo financiamos exposiciones p.ej. de escultura griega en Nueva York? Prestamos mucha atención a nuestros tesoros arquelógicos, claro que así debe ser, pero descuidamos otros bienes culturales. P.ej. tenemos música excelente. Por muchos años la música griega fue increíblemente popular, sobre todo durante la Junta. Por aquel entonces Jatzidakis, Theodorakis, Markópulos, se hicieron famosos por toda Europa. Además, tenemos grandes artistas, pintores. Pero por desgracia, el Estado no apoya a los dramaturgos contemporáneos, no fomenta la producción teatral.

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¿Tiene Grecia demasiadas compañias de teatro?

No me opongo a que tenga muchísimas. Muchísimos son los que desean hacerse actores, nadie se lo puede prohibir. Al perecer padecemos, como sociedad, el síndrome de narcisismo, estamos en búsqueda de celebridad. Tenemos una multidud de compañias teatrales, más de 1000 compañias, es decir más de 1000 puestas en escena, en ningún otro lugar hay tantas compañias de teatro, ni siquiera en China. No creo que sea necesariamente malo, lo que sí resulta malo es la falta de profesionalidad. Muchas veces estos grupos teatrales se ven obligados a montar obras a expensas propias, pero eso lleva de modo alguno a diletantismo. No me gusta la idea de montar obras sin utilería, sin vestuario, sin mobiliario etc. por el mero hecho de no disponer de dinero. No se pueden representar obras de Chekhov sin utilería, mientras que él mismo como naturalista, tiene muchos cambios del decorado del escenario en sus obras. Se echa a perder todo el valor de la obra. 

Traducido del alemán al español por A.Pap

 

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