Despotikó es un conjunto insular deshabitado, ubicado al suroeste de la isla de Antíparos. Según el geógrafo Estrabón y el historiador Plinio, en la Antigüedad se llamaba Prepésinthos y en la actualidad se le conoce, también, por el nombre de Episkopí. Los arqueólogos afirman que los habitantes de la antigua Paros habían construido ahí un célebre templo dedicado a Apolo como respuesta al dominio ateniense de Delos, queriendo de esa manera consolidar su propio dominio en el Egeo. Sin embargo, muy pronto se encontraron en el punto de mira de sus rivales.
Los indicios de que este pequeño islote fuera en la Antigüedad un centro comercial y santuario importante, el segundo tras el de Delos, llevaron a los arqueólogos, a finales del siglo XIX, a proceder a las primeras excavaciones en la zona, seguidas por otras en la década de los ´60. Los primeros hallazgos trajeron a la luz a más de 50 tumbas protocicládicas, hecho que testimonia que la isla antigüamente era habitada. Junto a las tumbas fueron hallados, también, partes de un templo dórico dedicado a Apolo, datado aproximadamente del año 500 a. C.,.Despotikó fue abandonado en 1675 tras recibir las represalias devastadoras de piratas franceses quienes sospecharon que los habitantes de la isla habían delatado ante las autoridades otomanas al pirata francés Daniel que dominaba entonces en la zona. A pesar de que desde entonces nunca fue reconstruida la isla, los hallazgos arqueológicos que salen continuamente a la luz testimonian una rica e interesante trayectoria histórica.
Desde 1997 los trabajos arqueológicos se realizan sistemáticamente en la isla bajo la supervisión del arqueólogo griego, Yanis Kurayios, trayendo a la luz un amplio yacimiento arqueológico cuyo auge se sitúa en el VI siglo a. C., aunque han aparecido huellas de un culto más temprano que se remonta al período geométrico (IX-VIII s. a. C.). El santuario era protegido por un recinto en el cual dominaban un templo próstilo de mármol, el comedor ritual y otros dos edificios de culto, ambos de mármol. En el centro del emplazamiento se encontraba el altar principal, hecho de mármol y en forma de hemiciclo, y delante de él estaban las aras de la diosa Hestia. Apolo era el principal dios de culto en las épocas arcaica y clásica, sin embargo en el período clásico se empieza a rendir culto, también, a la diosa Hestia Istmia.
Sin embargo, impresiona el hecho de que en el templo no se ha encontrado todavía ninguna inscripción, lo que lleva a los investigadores a pensar que los atenienses quisieron dar un castigo ejemplar a la isla; sea por razones políticas porque se había aliado con los Persas, sea por su riqueza abundante gracias a su famoso mármol. Hace un año, los arqueológos dieron a conocer tres muros más, que vienen a completar el plano del templo. Revelaron, también, un complejo de edificios (35m x 15), todos de mármol, que al parecer pertenece al período arcaico, habiendo sufrido varias transformaciones durante los períodos clásico y helenístico. En el interior hay vestigios y huellas que delatan su uso ritual.
Pero lo más espectacular de todo es el gran número de esculturas y estatuas halladas en el recinto que tienden a convertir a Despotikó en una interesante Gliptoteca: cinco cabezas arcaicas de kuros han sido encontradas (la última encastrada en una de las paredes fue localizada el pasado mes de mayo) y otra menor, al parecer, de una kore, así como un total de sesenta fragmentos de esculturas y 45 bases de estatuas (kuros o estelas conmemorativas) de forma circular y rectangular. Uno de los kuros tiene el brazo ligeramente doblado, elemento característico de los talleres de escultura de Paros del siglo VI a. C., comenta el arqueólogo Yanis Kurayios y añade:»Solamente dos esculturas más presentan esta característica: se trata del kuro que se encuentra en la Gliptoteca Carlsberg de Copenhague y otra estatua más pequeña exhibida en el Museo de Paros procedente de las canteras de la isla».
Las excavaciones siguien en la isla y los últimos hallazgos son muy relevantes: fue descubierto otro conjunto de edificios fuera del Templo, probablemente almacenes y un albergue. En total, en el emplazamiento hay 12 edificios, en algunos de los cuales la excavación no ha empezado todavía. Paralelamente, siguen avanzando los trabajos en el conjunto del Templo. Cuatro semanas necesitó el equipo para colocar dos columnas con sus capiteles, mientras van terminando los preparativos para colocar una tercera. Es de destacar, también, la localización de tres fragmentos pertenecientes a dos kuros y una kore, todos de mármol, datados del periodo arcaico temprano, lo que resulta de especial importancia para la topografía del Templo.
Ahora, la prioridad de este vasto equipo investigador, compuesto por arqueólogos y estudiantes de Grecia y del extranjero, es concluir cuando antes los trabajos de restauración y rehabilitación del templo arcaico y del edificio del comedor, con el fin de completar los planos de los edificios y poder dar la tercera dimensión para que sean bien comprendidos por los visitantes. Una vez concluidos, la idea es hacer un parque arqueológico, a la imagen de Delos, para resaltar este yacimiento único no solamente por su gran importancia histórica sino, también, por la belleza singular del paisaje.
M.A.
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