El pueblo de Griegos es una pequeña localidad de Teruel con menos de 200 habitantes, situada a los pies de la Muela de San Juan en los Montes Universales, Sierra de Albarracín, a 1.604 metros de altitud.
El nombre de la localidad, Griegos, hace pensar que personas de esta nacionalidad pudieron fundarla, pero no es así. El nombre tiene raíz celta BRG cuyo significado es colina y su evolución BRIC – BREG – GRIEG designaba a los antiguos castros prerromanos. Aún no teniendo un origen heleno, merece ser nombrado, conocido y visitado por quienes sean o tengan relación con la cultura y el pueblo heleno.
Griegos está situado en un paraje natural de especial riqueza con frondosos bosques, extensos campos de cereales, dehesas de pastos, numerosas fuentes de agua fresca y cristalina y fauna abundante. Tejados rojos y construcciones en piedra para resguardarse del intenso frío y las fuertes nevadas del invierno, y calles trazadas sin un plan establecido son las principales características urbanísticas de este pueblo serrano. Una carta de donación fechada en Cuenca el 29 de mayo de 1306 del señor de Albarracín ya menciona al Portiello de Griegos y el Villar de Griegos. Con el tiempo, creció el poblado y en 1565 alcanzó el rango de parroquia, lo que fue decisivo para su desarrollo posterior, que aún tardó casi un siglo, hasta que Felipe III concedió en 1620 el privilegio de nombrar jurado propio, hoy alcalde. Pero no fue hasta 1694 cuando se convirtió en aldea de pleno derecho.
El futuro de Griegos está vinculado al turismo y al deporte de invierno puesto que las pistas de esquí de La Muela de San Juan están a un paso.
Pedro Álvarez de Frutos
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