Están ahí durante siglos, soterrados bajo los cimientos de viviendas, escondidos en los sótanos de hoteles o incluso abandonados sin ninguna inscripción; son siete tesoros arqueológicos de Tesalónica que revelan la larga historia de la ciudad. Pues, ha llegado la hora para que sus habitantes y visitantes los descubran. ¿Y cómo se consiguirá eso? A través del proyecto «monumentos invisibles … memoria digital que se está desarrollando durante esta semana hasta el domingo 2 de octubre.
Se trata de un proyecto puesto en marcha por la Facultad de Historia y Arqueología de la Universidad Aristoteleion de Tesalónica, en colaboración con el Departamento de Museología y Gestión de la Cultura, en el marco de las celebraciones de las Jornadas Europeas de Patrimonio.
El objetivo del proyecto es que los habitantes conozcan el pasado desconocido de su ciudad con el apoyo de las nuevas tecnologías. Por esta razón fueron seleccionados siete monumentos y sitios arqueológicos desconocidos por el gran público, que permanecen invisibles debajo de los edificios, ignorados por la vida cotidiana de la ciudad. Los monumentos elegidos son: La basílica de Santa Sofía, la Columna de las serpientes en la calle de San Demetrio, el Hipódromo, el asentamiento neolítico, el baño romano en la plaza Antigonidón, el cubículo (tumba) en la Facultad de Derecho y la iglesia de San Sergio Pragamá en la calle Baltadoru.
En cada uno de los siete sitios seleccionados se colocarán carteles con códigos QR que los usuarios podrán leer con la ayuda de sus móviles o sus tabletas, recibiendo una explicación concisa, clara e interesante sobre el monumento acompañada del imprescindible material visual, textos y fotos. Además, la posibilidad de establecer una comunicación interactiva con los monumentos, permitiéndole hacer sus propios comentarios y observaciones, propicia al visitante una vivencia única y cultiva una memoria personal en relación con el pasado invisible de su ciudad.
A pesar de que todos estos monumentos testimonian el paso por la ciudad de Romanos, Cristianos, Musulmanes y Judíos y son sinónimos de los grandes hitos históricos de Tesalónica, han permanecido escondidos, desaprovechados e ignorados por la ciudad.
Un asentamiento de 8000 años de edad, fragmentos de templos paleocristianos, tumbas judías y lujosas termas romanas son algunos de los monumentos hallados durante las excavaciones o, casualmente, durante la construcción de un edificio, como es el ejemplo de la Facultad de Derecho.
Los monumentos a descubrir son los siguientes:
-Muy poca gente sabe que debajo de la archiconocida Iglesia de Santa Sofía había una basílica paleocristiana del s. IV descubierta en las excavaciones de 1961. Los hallazgos aunque impresionantes se conservan en el sótano de un edificio de viviendas
-La columna de serpientes Yilan Mermer. Es un monumento que viene datado de la Antigüedad tardía (s. IV-VI d. C.). Era la base de una estatua imperial; monumentos como este eran muy comunes en todas las grandes ciudades del Imperio Romano. Fue hallada en 1975, durante las obras de ensanche de una calle céntrica de Tesalónica. En la época otomana pasó a llamarse “El mármol de las serpientes” haciendo eco de una creencia popular de la época.
-El Hipódromo de Tesalónica. Aunque invisible hoy, quedó grabado en la memoria colectiva por la matanza de 7.000 tesalonicenses por orden del emperador Teodosio A´, en el año 390 d. C. Era un edificio de tamaño impresionante, 450 m de largo y 95 de ancho, y formaba parte del complejo imperial de Galerio. Su construcción se sitúa a principios del s. IV y continuó funcionando hasta el s. VII d. C..
-Asentamientoneolítico. Aunque la fundación de la ciudad se atribuye a Casandro en el año 315 a. C., sin embargo su historia se remonta a bastantes milenios antes de esa fecha. Los escasos testimonios arqueológicos de esa época fueron localizados accidentalmente en el espacio de la Exposición Internacional, en 1922-23, durante la construcción del centro de congresos Velidion (Βελλίδειον). El asentamiento es considerado como el más antiguo hasta ahora de toda la región.
-El baño romano. Sus vestigios localizados en la céntrica avenida de Egnatía, están guardados en el sótano del hotel Mandrino. Se conservan sus paredes en una altura de 0,80 m. Pero lo más alucinante son los mosaicos de sus suelos. En uno de ellos se representa una cuadriga de carreras en cuya parte delantera se ven tres figuras femeninas. Además, se distingue una inscripción que hace referencia a los Juegos Píticos que se celebraban en la Antigüedad en honor de Apolo. Los mosaicos datados del siglo III a. C. se encuentran expuestos en el Museo Arqueológico de Tesalónica.
-Cubículo. Se trata de un habitáculo funerario encontrado en las dependencias de la Universidad, cerca de la Facultad de Derecho, en la década de los ´60. Destacan las decoraciones pictóricas de sus paredes interiores. Un poco más al oeste fue localizado otro monumento funerario perteneciente al cementerio judío de la primera comunidad judía de la ciudad. En su puerta de mármol lleva grabada la inscripción Benjamín Dometio.
Iglesia de Segio Praganá: sita en una pequeña calle del centro de la ciudad, es un verdadero tesoro arqueológico localizado en 1888 en el cursa de unas obras públicas. Se trata de un pequeño edificio de culto construido sobre un baño romano, en cuya pared se encontró una inscripción referente a Sergio Praganá. Data del s. V d. C. y es uno de los primeros monumentos de culto cristiano de la ciudad.
