Los objetivos básicos para los próximos 50 años de la Convención del Patrimonio Mundial de la UNESCO se establecieron en la conferencia «Next 50: The Future of World Heritage in Challenging Times. Enhancing Resilience and Sustainability», organizada en Delfos por el Ministerio de Cultura y Deporte de Grecia en cooperación con el Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO, con motivo del 50º aniversario de la Convención para la Protección del Patrimonio Cultural y Natural (París, 1972).
La Conferencia Internacional, inaugurada el jueves 17 de noviembre por el Primer Ministro griego Kyriakos Mitsotakis, en presencia de la Ministra de Cultura y Deporte, Lina Mendoni, y de la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, contó con la participación de representantes de la UNESCO, miembros del Comité del Patrimonio Mundial, representantes de los Estados Miembros en la Convención del Patrimonio Mundial, así como de los organismos consultivos de la Convención, el ICOMOS, la UICN, el ICCROM y responsables del Ministerio de Cultura y Deporte, mientras que más de 2000 personas asistieron a los actos, desde el YouTube.
En palabras de la ministra Lina Mendoni, «la Conferencia de Delfos es un momento histórico para la cooperación mundial, cuyo objetivo es la protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural. Se desarrollaron reflexiones y se plantearon cuestiones de fondo para la adaptación de la Convención a los retos contemporáneos y para el desarrollo de la estrategia para los próximos 50 años. Los sitios del Patrimonio Mundial son elementos de importancia vital. Requieren colaboraciones complejas y una gestión integrada para hacer frente a los retos de la crisis climática y el exceso de turismo. Grecia ha elaborado un plan de acción para hacer frente al impacto de la crisis climática en el patrimonio cultural y natural. La gestión del patrimonio cultural mundial ante el cambio climático requiere planes de gestión que incluyan múltiples escenarios para que los propios yacimientos puedan hacer frente, ya que los impactos del cambio climático no son aislados. Las directrices para el turismo sostenible que se han debatido en la Conferencia pueden contribuir de forma decisiva a afrontar los riesgos del turismo excesivo, que está sometiendo a los sitios del Patrimonio Mundial a una presión considerable. Es necesario adoptar medidas de delimitación y buenas prácticas de gestión que permitan establecer una relación e interacción compatible, idealmente simbiótica, entre el turismo y el patrimonio cultural, con vistas a la sostenibilidad».
En cuanto a las conclusiones sobre los retos para los próximos 50 años de la Convención, se mencionaron, entre otros, los siguientes:
Conservación del Patrimonio Mundial:
En estrecha colaboración con el Gobierno griego, la conferencia fue elegida para centrarse en dos de las crecientes presiones a las que se enfrenta el Patrimonio Mundial: El cambio climático y el exceso de turismo. Se planteó la necesidad de un diálogo continuo para que los retos de la conservación y el desarrollo sean compatibles o incluso complementarios, con la misma preocupación por la sostenibilidad. Las comunidades son reconocidas no sólo como partes interesadas, sino también como titulares de derechos en la gestión del patrimonio cultural.
Accesibilidad, tanto numérica como cualitativa:
La labor científica y educativa sobre el patrimonio debe continuar para ampliar y diversificar la masa crítica de quienes lo entienden y conservan. Pero también para aprovechar al máximo las nuevas tecnologías que permitirán un amplio acceso «no invasivo» a los sitios del Patrimonio Mundial y una gestión más eficaz y sostenible.
Representatividad:
Veintisiete Estados Miembros aún no han inscrito ningún sitio en la Lista del Patrimonio Mundial, entre ellos 12 Estados del África subsahariana, mientras que sólo la región de Europa y América del Norte representa el 47% de los bienes inscritos. La credibilidad de la Lista del Patrimonio Mundial depende de su representatividad, una credibilidad basada, entre otras cosas, en un sistema en cuyo centro se encuentran los tres órganos consultivos del Comité del Patrimonio Mundial, el ICCROM, el ICOMOS y la UICN, para garantizar un alto nivel científico y salvaguardar la protección del patrimonio.
Construir la resiliencia climática del patrimonio cultural:
El cambio climático es la amenaza que más rápidamente crece para el valor universal excepcional de los sitios del Patrimonio Mundial en todo el mundo, con un tercio de los monumentos naturales afectados por el cambio climático, según el informe Perspectiva del Patrimonio de la UICN 2020. Las implicaciones son múltiples: Desde la evidente destrucción del patrimonio cultural hasta la pérdida de la memoria o del valor universal excepcional, pasando por la reducción de la capacidad de satisfacer las necesidades de desarrollo y, en algunos casos, el desplazamiento forzoso de comunidades con consecuencias especialmente graves para los pueblos indígenas. Y los nuevos «peligros climáticos» en forma de acontecimientos complejos están surgiendo con mayor frecuencia e intensidad, lo que nos obliga a alejarnos del modelo generalizado de evaluación de los impactos sobre el patrimonio cultural basado en un único riesgo aislado. Las posibilidades de adaptación al cambio climático no son ilimitadas y que, además de las respuestas de adaptación, debe aplicarse un enfoque preventivo colectivo.
África una prioridad para los próximos 50 años:
Los sitios africanos representan casi el 40% de los sitios en riesgo de la Lista del Patrimonio Mundial y necesitan una mayor protección. La nueva Estrategia de Patrimonio Mundial para África, basada en consultas anteriores y enriquecida por los debates de Delfos, se presentará al Grupo de África y se publicará antes de finales de año.
Turismo sostenible para los próximos 50 años:
El turismo excesivo era una de las principales preocupaciones antes de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, todo indica que el periodo post-pandémico se enfrenta al mismo fenómeno, exacerbado por lo que algunos llaman «turismo de venganza». El turismo genera residuos, emisiones de carbono y cambios en el uso del suelo para satisfacer las necesidades de la infraestructura turística, pero es importante recordar que algunos sitios del Patrimonio Mundial no serían sostenibles sin el turismo. La redefinición de la gestión de destinos requiere una comprensión de los sitios del Patrimonio Mundial que abarque su contexto más amplio y una narrativa que acerque a los visitantes no sólo a su valor universal excepcional, sino también a todos los valores culturales y naturales del lugar y su entorno. El enfoque holístico del turismo sostenible se extiende más allá del Patrimonio Mundial a otros sectores, como el patrimonio cultural inmaterial y las industrias culturales y creativas. Por lo tanto, debe contar con la participación de un amplio abanico de interesados y diseñarse en estrecha asociación con las comunidades que viven en los lugares y sus alrededores.
C.P.
Fuente de imágenes: Ministerio de Cultura y Deporte de Grecia
Etiquetas: Patrimonio