La Canea de Creta

 

Historia de La Canea

Canea es una de las ciudades más antiguas de Creta, caracterizada por una historia rica y agitada. Está situada sobre un antigo asentamiento minoico de Cidonia y es lo bastante importante para ser mencionada en la Odisea de Homero. La ciudad se desarrolló hacia el final de la época minoica como una importante ciudad-estado de la Grecia Clásica y estaba constantemente en guerra con otras ciudades-estado, como Falasarna y Egina. En 824, los sarracenos de origen andalusí ocuparon la isla, siendo recuperada por los Bizantinos en el año 921 y fortificada para evitar que volviese a caer en manos enemigas. En 1252, Venecia sometió toda la isla, pero en 1263 los genoveses toman La Canea, controlando la ciudad hasta 1285, año en que es reconquistada por los venecianos. Las importantes fortificaciones alrededor de la ciudad que construyen los venecianos no impiden a los otomanos entrar en la ciudad y capturaron La Canea en 1645. 

 

Hoy en día, es la segunda ciudad más poblada de la isla, después de Heraklion, una ciudad que ha conservado su arquitectura tradicional y es considerada como una de las ciudades más bonitas de Creta, especialmente por su viejo puerto veneciano y la Meszquita de los Jenízaros. La mayor parte de los monumentos de la época veneciana y turca han sido restaurados para convertirse en hoteles, tiendas o bares. El puerto veneciano, con su faro y el casco antiguo de La Canea se han ganado la reputación de las ciudades más pintorescas de Creta, que cada año acoge a miles de visitantes. El casco antiguo de La Canea sigue siendo el centro de vida de la ciudad actual, con sus calles estrechas y edificios de distintas épocas, donde se puede disfrutar de paseos románticos. 

 

Se puede decir que La Canea consiste en dos ciudades: la vieja y la nueva bien armonizadas entre sí. En la ciudad nueva podemos encontrar la univesidad y el ayuntamiento. Además, en el Mercado Municipal de La Canea (un edificio de 4.000 metros cuadrados con 78 tiendas), uno de los más ricos del Mediterráneo, los visitantes pueden encontrar una amplia gama de productos, así como los manjares tradicionales de Creta, tales como el famoso aceite de oliva virgen, la rakí, vino y queso locales, miel y hierbas. 

 

Paisaje y actividades

La región de Chania está dominada por las montañas blancas (Lefka Ori) y su famoso Parque Nacional, que ocupan la mayor parte de la región. Situado alrededor de la garganta de Samariá, el Parque Nacional de las Montañas Blancas es el desfiladero más largo de Europa; se calcula que se formó hace catorce millones de anos. El parque abre a partir de mayo, para seguridad de los caminantes que necesitan aproximadamente siete horas para recorrerlo. Durante nuestro recorrido, se pueden ver muelles y cuevas y disfrutar de distintos microclimas. 

 

Además, hay otras pequeñas quebradas que uno pueda visitar (Aradaina, Agia Irini, Imbros y Polyrhenia), así como hermosas sendas para caminar (de Hrysoskalitissa a Elafonissi, desde Palaiohóra a Souyiá y de Ayia Roumeli a Hora Sfakion), que hacen La Canea un destino excepcional por los aficionados a la naturaleza. En las playas que se encuentran al oeste de la ciudad (Balos, Falasarna), se puede nadar en aguas turquesas, mientras que en el islote de Elafonissi (en el sureste de Creta), el visitante puede admirar aguas cristalinas y dunas de arena blanca.Toda el área forma parte de la red NATURA. 

 

Otras excursiones:  

Vamos en la provincia de Apokorona, el pueblo tradicional de Vamos ofrece cocina tradicional, excursiones, actividades agrícolas y culturales que hacen hincapié en el ecoturismo, el turismo rural y la cultura. Los viejos edificios que funcionan como albergues son el refugio ideal para amigos, familias y todos los viajeros buscando una forma de turismo más auténtico. 

 

Milia, una aldea restaurada 

Un pueblo montañero abandonado se ha convertido en un modelo de ecoturismo, situado en un lugar -himno a la naturaleza- que se localiza en la provincia de Kissamos. Respetando absolutamente a las personas y al medio ambiente, este ambicioso proyecto promueve el desarrollo sostenible y se basa exclusivamente en fuentes renovables de energía. 

 

Kournas, el único lago de agua dulce de Creta formado por las aguas subterránneas que fluyen de las Montañas Blancas, es el hogar de un importante número de especies como patos, garzas, cormoranes y una rara tortuga de agua dulce bicolor, cuyo caparazón tiene un diseño de diamantes. Aqui se puede nadar o recorrer el lago en barquitas a pedal. 

Kasteli en Kissamos 

Esta pequeña ciudad en el noreste de la isla es un punto de salida ideal hacia las partes más interesantes de la comarca: las ruinas de la ciudad antigua de Polirinia, el pueblo de Episkopí con la iglesia bizantina del Arcángel Gabriel, el desfiladero Topoliano, la península de Gramvousa caracticterizada por la playa exotica de Balos y la espectacular playa de Falassarna, región de gran valor arqueológico. 

 

Fiestas locales: Una gran cantidad de fiestas religiosas y culturales tienen lugar durante todo el año en la prefectura de La Canea, invitando a todos los visitantes a experimentar el estilo cretense de celebrar. 

 

Los productos locales tienen su propia posición prominente en la vida cultural de La Canea: participar en la fiesta de castaña en Elos, en el festival de agua de rosas en Fourni, en la fiesta de vino en Vouves, en el festival de miel en Afrata, o en la festividad de tsikoudia (bebida local) en Neoria. También, el 20 de mayo se celebra en todos los municipios de la región una conmemoración gloriosa de la Batalla de Creta. Además, varios festivales, conferencias o acontecimientos deportivos (‘Venizelia’ competición de atletismo) se organizan entre mayo y septiembre, la mayoría de los cuales se desarrollan en un hermoso teatro al aire libre, situado en el bastión oriental de la ciudad vieja («Anatoliki Tafros»). 

 

Gastronomía: La dieta cretense constituye una parte importante de la cultura de la isla, sobre la base de materiales locales, puras y simples, como el aceite virgen de oliva, verduras, legumbres, hierbas y carnes, pescados y mariscos. Además, no se puede hablar de la dieta cretense, sin degustar las especialidades locales: Huevos con staka (manteca animal), kaltsunia (pasteles de queso), cordero servido con endibias, dacos (pan duro tradicional acompañado con tomate y queso), caracoles buburistí (caracoles fritos) y haniótiko buréki (empanada de La Canea, una especialidad vegetal). No dejen de probar el apaki, cerdo o cabrito ahumado y xerotigana, el pastel tradicional de bodas. También, merece la pena acompañar su cena con un vaso de vino tinto local, el maruvás divino, o gozar, después de comer, una copa de rakí, bebida espiritual tradicional de Creta que se caracteriza por su delicado aroma de uvas maduras.