Imagina Atenas hace 70 o 80 años, sin internet o televisor y solo con una o dos emisoras de radio. Los periódicos y los libros eran el principal estímulo de las charlas que en aquel entonces solo podían realizarse de cerca. La Atenas literaria del período de entreguerras y post-guerra frecuentaba lugares que se hicieron famosos en la historia gracias a sus asiduos visitantes. En esos espacios los intelectuales griegos podían degustar su café con la grata compañía de la lectura, inspirarse o simplemente disfrutar de su soledad reflexiva.
Pero como todo en esta vida evoluciona, también esta antigua costumbre cívica ha evolucionado encontrando, hoy en dia, una diferente manera de expresarse. Las presentaciones de libros que se realizan en varios lugares reúnen a gente con características, experiencias e inquietudes comunes. Se trata de lugares con gusto, de decoración contemporánea y con buen café que ofrecen momentos placenteros a sus visitantes.
¿Pero una librería puede copiar elementos de un café tradicional? ¿Es fácil crear colectivos creativos a través del intercambio de ideas donde haya tolerancia hacia lo distinto? Pues, parece que sí.
Uno de estos lugares es el “Free Thinking Zone” inspirado del “ Free Trade Zone” de los puertos. Se trata de “un prostíbulo de reflexiones” como le gusta a su proprietaria, Aretí Georgalí, calificarlo. Es un lugar donde se comercializan sin restricción ninguna libros, ideas, sabrosos cafés y buenos vinos. Un espacio de diálogo entre representantes de la intelectualidad griega y la foránea, un escenario de diferentes opiniones y puntos de vista, teniendo siempre como objetivo generar nuevas ideas fértiles sobre asuntos sociales, políticos o artísticos. Gente de todos los ámbitos, periodistas, artistas, académicos, pasan diariamente por sus mesas blancas para disfrutar de una animada tertulia de café bajo los sonidos clásicos de Bethoven o de Strauss.
El famoso FILION de la calle Skoufá, que antes se llamaba DOLCE o en broma “Rive Gauche d´Athènes” donde en la década de los ochenta y noventa circulaban personajes y personalidades de todos los ámbitos. Actualmente, es frecuentado por gente de izquierdas, periodistas, actores, artistas y sobre todo novelistas.
El café-libreria “Poems’n Crimes” de la editorial Gabrielides en la calle Agías Irinis, cerca del bullicio de la homónima plaza, dispone en la parte de atrás de un patio enorme para los días de calor y un ambiente cálido para los días de frío. Muchos escritores se reúnen allí independientemente si pertenecen o no a la editorial. Puede uno pasar su tiempo leyendo uno de los libros que se encuentran sobre las mesas o de emprender un viaje mental al pasado contemplando el edificio de enfrente que pertenecía al sastre del Rey Otto.
Sin embargo, el café más emblemático de la capital griega está ubicado en la plaza de Exarchia, el célebre café FLORAL; un lugar de encuentro y un punto de referencia para actores, artistas, estudiantes y los amantes del buen café. El local tiene una larga historia de presentaciones de libros, ciclos de lectura, conciertos en vivo, proyecciones de películas, encuentros con grupos de música extranjeros, concursos de poesía y exposiciones de arte. El café Floral ocupa la planta baja de un excelente edificio de arquitectura Bauhaus. Habiendo puesto de relevancia las reminiscencias de un antiguo café-pastelería de 1935, ha conseguido crear un ambiente sumamente hospitalario, moderno, inevitable punto de encuentro y de charlas con los amigos. ¡Quedamos entonces en Floral!
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