Fragmentos de una vida hundida en la desesperación y el desánimo, en los sueños perdidos y en el barro; es lo que refleja la instalación artística de Yorgos Katsángelos, que se inaugura, mañana 31 de mayo, en el Museo de Arte Contemporáneo de Tesalónica donde permanecerá abierta hasta el 9 de septiembre.

Yorgos Katsángelos, artista y profesor en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Tesalónica, durante 10 meses (desde agosto del 2015 hasta mayo del 2016) visitaba diariamente el campo de refugiados de Idomeni, captando su día a día y convirtiéndolo en palabra e imagen. El resultado es la exposición “Reliquias en la eternidad-Idomeni 2015-2016”, título que eligió el artista mismo.

Los objetos expuestos -juquetes infantiles, utensilios de uso cotidiano, zapatos y ropa- todos quedan registrados como rastros y huellas del comportamiento humano desarrollado en Idomeni bajos las cinrcunstancias peculiares del aquel periodo. La exposición de los objetos va acompañada de un amplio material fotográfico y numerosos registros acústicos del espacio y las personas de Idomeni; al mismo tiempo, se proyectan en video entrevistas con refugiados que vivieron en este improvisado campo. De esa manera, la historia de Idomeni con sus miles de refugiados y emigrantes se convierte en fragmentos-reliquias de una eternidad.

IDOMENH KOYKLA

Katsángelos confiesa que, durante esos diez meses que visitaba Idomeni, se sentía un poco como el arqueólogo que excava para descubris algo importante, un nuevo granito de arena a añadir en la Historia. Cuando el campo fue desalojado fui ahí y recogí todo lo que había quedado, porque quería que estos restos pasasen a la eternidad. Siento que lo que he hecho es una particular “exposición arqueológica” con materiales modernos, explica y añade: “Es muy emocionante escuchar la historia de esos hombres, contando que, cuando salieron de Turquía, les habían prometido que en cuatro días estarían en Alemania y quetodavía hoy permanenen en Grecia.

IDOMENH INTRO

Por Idomeni pasaron en 2015 más de 800.000 refugiados y emigrantes; sin embargo, tras el cierre de la denominada “vía balcánica” y la prohibición de su salida de Grecia, varios miles de ellos quedaron atrapados ahí. Idomeni quedó registrada en la memoria histórica como un lugar que encerró en sí la agonía de unos hombres para sobrevivir lejos de la guerra, la inseguridad y la incertidumbre. Detrás de esta instalación artística se esconde una pregunta más profunda sobre las fronteras; las fronteras dentro y fuera de nosostros mismos, los límites que nos separan y nos impiden conocer, vivir y, en última instancia, realizarnos como personas.

M.A.

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