Alexis Tsipras reflexiona: Grecia necesita una solución viable no sólo un acuerdo

El Eurogroupo finalizó ayer por enésima vez sin acuerdo entre Grecia y sus accreedores: los socios europeos y el FMI. Las diferencias entre la útima oferta de Grecia y la propuesta definitiva de sus acreedores, son mínimas: apenas 107 millones en IVA y flecos de escasa enjundia en pensiones y privatizaciones. Las posiciones de ambos están muy cerca y en Bruselas se espera un acuerdo antes el lunes próximo. Un nuevo Eurogroupo de urgencia se ha convocado para el sábado. 

 

Pero hay un asunto esencial que separa a los dos partes. Grecia pide una reestructuración de la deuda, tal y como prometió el Eurogroupo en noviembre de 2012. Los acreedores creen que no es el momento, aunque la canciller A. Merkel ya ha dejado claro que hay margen de maniobra para incluir un alivio de la deuda griega, que asciende al 180% de su PIB. 

 

Los jefes de Estado y de Gobierno, retomarán las negociaciones a lo largo de la cumbre que arrancó ayer. El primer ministro griego A. Tsipras afirmó ayer, dentro de la cumbre, “que el acuerdo entre Grecia y sus socios no acaba de llegar por el ‘extremismo’ del FMI”, sugeriendo que las propuestas griegas responden en esencia a las exigencias que las instituciones presentaron en días anteriores. Ha repetido, que “su gobierno griego es nuevo, con prioridades distintas y pide que el voto de su pueblo sea respectado. Grecia no necesita más recortes, pero sí una agenda para el desarrolo, nuevas inversiones y reformas estructurales, que incluya la propuesta griega, como también la reforma del sistema de seguridad social”. Ha pedido que “reine la lógica, y la responsabilidad mutua entre la UE y la eurozona. Los grandes problemas de Grecia son la incertidumbre, la falta de liquidez y la desconfianza de los inversores. Para resolver todo eso, se tiene que solucionar inmediatamente el problema de la financiación del país”. 

 

 El presidente francés, F. Hollande sugirió que hay tiempo para un acuerdo técnico en el fin de semana, que sería refrendado por los líderes en una nueva Eurocumbre, el próximo lunes.