¡El olivo! Símbolo de la serenidad, de la fertilidad y de la paz. Sus ramos han coronado los vencedores de los JJ.OO antiguos y el valioso jugo de sus frutos, el aceite, era el premio para los vencedores de las Panateneas celebradas en honar a la diosa Atenea. Su milenaria presencia en el paisaje griego ha influenciado la vida cotidiana del pueblo griego, sus usos, costumbres y tradiciones de culto, y ha sido fuente de inspiración para poetas y artistas. Sin el olivo el paisaje griego sería pobre y los poetas habrían perdido una singular fuente de inspiración.
Homero nos cuenta que los griegos construían sus casas alrededor de los olivos, mientras que los hallazgos arqueológicos de la civilización minoica demuestran que la economía de Creta se basaba en el aceite de oliva. Pero es el descubrimiento de unas hojas de olivo petrificadas, en Santorini, de unos 50.000-60.000 años de edad, el testimonio más claro de esa relación perenne entre los griegos y su «fruto bendito».
Alrededor del 60% de las tierras cultivables de Grecia es ocupado por los olivos. ¡Hay alrededor de 132 millones de árboles en un país de 11 millones de habitantes! Grecia es el mayor productor mundial de aceitunas negras y tiene más variedades de aceitunas que cualquier otro país. Es el tercer productor mundial de aceitunas, con una producción anual de 350.000 toneladas de aceite de oliva, de los cuales el 82% es extra-virgen.
El aceite de oliva extra-virgen es un super-alimento. Es el oro líquido que Hipócrates consideraba como uno de los mejores remedios (ίαμα en girego) de la naturaleza y la base de la gastronomía griega. Sus beneficios para la salud han sido y siguen siendo sobradamente testificados y demostrados por la investigación y la práctica científicas.
Cerca del 65% del aceite de oliva griego proviene del Peloponeso, mientras que el resto se produce principalmente en Creta, en el Egeo y las islas jónicas. La variedad de oliva más valorada es la koroneiki, procedente de la zona de Coroni de la provincia de Mesinía, en el Peloponeso. Esta variedad crece bien en las laderas de las montañas, produce frutos muy pequeños y es famosa por sus cualidades aromáticas codiciadas.
¡Comercialización ingeniosa!
En la última década, una nueva generación de productores y empresarios, habiendo identificado y reconocido los errores y malas prácticas de cultivo y producción del pasado, la ineficaz publicidad y la falta de una estrategia sistemática para promocionar las exportaciones de aceite de oliva, ha decidido entrar en juego y actuar de manera dinámica. A pesar de la crisis económica de los últimos años y la aparición de factores imponderables (como la sequía del 2012 y 2013, que afectó considerablemente la producción), han surgido muchas empresas pequeñas pero muy dinámicas, que invierten mucho tiempo, esfuerzo, recursos y una inagotable creatividad para resaltar y certificar la calidad de su producto y, al mismo tiempo, reanimar su aspecto estético.
Se trata de una nueva generación de jóvenes ilusos que ha decidido escribir su propia historia de éxito, erigiendo en arte la producción y elaboración del aceite de oliva. Sus laboriosos esfuerzos combinados con su ingeniosidad, creatividad e innovación, ya han empezado a dar sus frutos; el aceite de oliva griego va, por fin, continuamente ganando terreno en los mercados internacionales, alcanzando el reconocimiento que se le merece como un producto de primera calidad fuera de las fronteras griegas. Buena prueba de ello son los numerosos premios y distinciones que han logrado los labels griegos en concursos internacionales, tanto por su exquisita calidad como por su sofisticado etiquetado y envasado.
He aquí unos ejemplos de las más importantes etiquetas griegas:
LADOLEA, BIENNA OLIVE OIL, 39/22 MONOVARIETAL GREEK OLIVE OILS, KORONAKI, KOPOS, DOGMA OLIVE OIL, FIVE OLIVE OIL, AGROVIM PREMIUM OLIVE OIL, THE SECRET KEEPERS, ANTHIA, OH MY GOLD!, MITERRA OLIVE OIL, NOTIO PREMIUM, GAEA.
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