Hace poco se inauguró, en Xanthi, la casa-museo del gran compositor griego Manos Hatzidakis. La casa, conocida durante la Belle Époque como “La grande maison”, es obra del empresario judío Isaac Daniel y representa un ejemplo arquitectónico característico de la época, reflejando el carácter cosmopolita de esta preciosa ciudad de Tracia. El edificio construido en 1890 ha ido cambiando de nombres a lo largo de su historia según sus diferentes usos; se le conoció como Mégaro Sarkutsu (por el nombre de su inquilino), Agencia Tributaria en el período de entreguerras o como Club de Oficiales de Xanthi unos años más tarde.
En esta casa Hadzidakis pasó su infancia y ella ha sido el vínculo más estercho que mantenía el compositor con su ciudad natal. Allí, el joven Manos empezó a la tempranísima edad de solo cuatro años las clases de música con la profesora armenia Ana Altunian; hasta hace poco quedaban, en la zona de Ayios Vlasios, algunos miembros de su familia que guardaban los recuerdos lejanos de la presencia de Manos en el barrio.
Un amplio material, compuesto de hojas de música, la maqueta original de la funda de su extraordinario LP en vinilo “Ágora Romana”, objetos personales y material de alto valor en la vida del compositor, ha sido transladado a la casa museo, que acaba de inaugurarse el 17 de abril como un espacio polivalente de arte y reflexión, abierto a todo tipo de público que quiera rememorar al polifacético artista consagrado como el más importante e influyente músico griego del siglo XX.
El mismo edificio albergará, también, la Biblioteca Musical de Xanthi, propiedad de la cantante lírica, Sonia Theodoridu, quien la había donado a la Asociación de Progreso de Xanthi. Se trata de una colección impresionante de más de 2000 objetos, libros, discos, partituras y material audiovisual que, a partir de ahora, estará todo expuesto en el Museo de Hatzidakis.
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