Con una obra subversiva que va mucho más allá de los límites de la escultura tradicional, el escultor Theodoros (Θόδωρος en griego, se pronuncia Zódoros) tiene por fin la exposición retrospectiva que se merece.

Desde el 8 de febrero y durante un año entero, el Museo Nacional de Arte Contemporáneo de Grecia (ΕΜΣΤ –EMST) intenta presentar e interpretar la obra del escultor Theodoros. La exposición Theodoros, escultor, Anti-Retrospectiva introduce al público en el pensamiento profundo y profético de un artista que luchó por renovar el lenguaje de la escultura y ponerlo en primer plano en un entorno en el que prevalecían la imprenta y la comunicación audiovisual. A través de los momentos más importantes de su obra, se presenta la trayectoria global de un artista contemporáneo que con sus palabras y acciones dejó su huella en la escultura griega.

La exposición es el primer intento de interpretar y presentar la obra del escultor Theodoros tras su muerte y utiliza casi todas las obras y el rico material de archivo legado por el escultor al Museo Nacional de Arte Contemporáneo. En su esfuerzo por renovar la escultura, el artista fue pionero de prácticas artísticas innovadoras y contemporáneas, realizando performances, esculturas sonoras, obras conceptuales y las primeras acciones de una peculiar crítica institucional, por primera vez en Grecia. El denominador común de toda su actividad fue el papel social y político del artista y la importancia de integrar las voces artísticas en el discurso público.

Estas ideas fueron puestas en práctica por Theodoros a través de su sistemática y especial presencia en los medios de comunicación de masas: prensa, radio y televisión. Inspirándose en la propia práctica expositiva de Theodoros, así como en sus comentarios críticos sobre el funcionamiento de las instituciones, el diseño de la exposición pone de relieve los límites y las posibilidades de una retrospectiva museística.  Con el fin de socavar el carácter centrado en la persona y orientado al pasado de una exposición retrospectiva, junto a las obras de Theodoros se presentan cinco artistas contemporáneos –Nikos Arvanitis, Paki Vlassopoulou, Iris y Lida Lycouriotis, Kostas Bassanos, Yannis Papadopoulos– que han interactuado críticamente con las correspondientes preocupaciones diacrónicas.

La exposición, comisariada por Stamatis Schizakis, forma parte del programa de presentaciones de la Colección del EMST y tendrá lugar en la 2ª planta del edificio del Museo. La escenografía de la exposición ha sido realizada por el arquitecto y escenógrafo Yannis Arvanitis y delimita secciones de obras a través de nuevos espacios expositivos especialmente diseñados que se suceden, dando lugar a un inesperado entorno de coexistencia entre las obras y el visitante. El espacio general se ha reconfigurado radicalmente para acoger futuras exposiciones de la Colección.

Algunas palabras sobre su vida y su obra | Estudió escultura en la Escuela de Bellas Artes de Atenas (1952-1957) en el taller de Michalis Tombros. En 1959, con una beca de la Fundación de Becas del Estado, marchó a París, donde continuó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes hasta 1962. También aprendió la técnica del metal en la Academie du Feu y asistió a seminarios sobre el entorno urbano (Urbanisme) en el Taller de Arquitectura Camelot y Bodiansky. Para ampliar su formación artística viajó a varios países de Europa, Japón y Estados Unidos, donde en 1972 enseñó Escultura en la Universidad Estatal de California, Hayward, como profesor visitante. En 1974 se trasladó definitivamente a Grecia y en 1980 fue elegido Profesor de Escultura en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Atenas, cargo que ocupó hasta 1998.

En 1961 expuso por primera vez en el Salon des Realites Nouvelles del Museo de Arte Moderno de la Ciudad de París y al año siguiente en el Salon de la Jeune Sculpture celebrado en el Museo Rodin; expondría repetidamente sus obras en estos Salones. También continuó su activa participación en importantes exposiciones colectivas e internacionales, con participaciones, entre otras, en las Bienales de Sao Paulo y Alejandría en 1963, la Bienal de la Juventud de París en 1965, donde recibió el Premio Rodin, la III Exposición Internacional de Escultura Contemporánea en el Museo Rodin en 1966, la Europalia de Bruselas en 1982, el Simposio de Escultura en el Parque Olímpico de Seúl en 1988, la exposición «Metamorfosis de lo moderno» presentada en la Galería Nacional de Atenas en 1992, y el Salón de Montrouge en Francia en 1997, donde también recibió un premio. También ha realizado numerosas exposiciones individuales en Grecia y en el extranjero, la primera en el Centre Culturel National de Aix-en-Provence en 1965. En 1984 se presentó una retrospectiva de su obra en la Galería Nacional de Grecia.

En 1983 construyó un decorado/entorno para «Las Fenicias», de Eurípides, en el antiguo teatro de Epidauro. Sus composiciones también se encuentran en bancos, hoteles y residencias privadas.

Las primeras composiciones del artista, realizadas en acero o bronce, eran experimentos relacionados con el equilibrio y remitían a modelos dadaístas o surrealistas. Poco a poco fue añadiendo hierro, piedra, mármol, cristal, plexiglás, madera, cuerda, tela y caucho a los materiales que empleaba, y también hizo uso del agua, el fuego y la arena. Al mismo tiempo, la función de sus obras cambió. Poco a poco fue eliminando la base y dividiendo las composiciones en partes. También se esforzó por lograr una forma de expresión más inmediata y libre, recurriendo a diversos tipos de representaciones, con especial atención a la participación del público.

CP

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