La tierra y el sol griego han contribuido al desarrollo del arte de la cerámica en el país desde la antigüedad. El arte se ha mantenido vivo y sigue siendo parte del patrimonio cultural y la economía de muchas partes del país en la actualidad. Hoy, junto con los esfuerzos para registrar y preservar el patrimonio cultural tradicional, las nuevas generaciones de ceramistas están aprovechando la versatilidad de la arcilla para crear obras de arte contemporáneas.
La Antigüedad
Las antiguas vasijas de barro son los objetos más comunes en la mayoría de los museos de Grecia. Son, además, los objetos más comúnmente encontrados durante las excavaciones arqueológicas. Solo en Ática, se han conservado unos 80.000 jarrones decorados intactos.
En Grecia, tanto en la antigüedad como en la actualidad, abundan las zonas en las que se encuentra la arcilla o marga. En la antigüedad, la arcilla era un material práctico y económico, a diferencia del cobre y los metales preciosos. Por ello, se prefería para fabricar utensilios de uso cotidiano, como recipientes para almacenar y transportar aceite, vino y agua, para cocinar y para servir en la mesa. A pesar de su valor utilitario, las vasijas de arcilla se decoraban con frecuencia de forma elaborada y se utilizaban para ocasiones especiales. Además del Ática, otras ciudades y regiones, como Corinto, Laconia, Eubea y Beocia, se encontraban entre los más famosos productores de cerámica de lujo.
Los jarrones nos proporcionan una valiosa información sobre la religión, las fiestas, el teatro, el deporte y la vida cotidiana en la antigüedad. Los dioses y los héroes, con sus aventuras y amores, se encuentran entre los temas más populares para los pintores de jarrones. También se describen con gran detalle las ocupaciones diarias de hombres y mujeres. A partir del siglo V a.C., los vasos blancos con detalles pintados y policromados nos ayudan a acercarnos a la pintura de la Grecia clásica, que no ha dejado rastro.
El alfarero, el artesano que fabricó el jarrón, y el pintor de cerámica que lo pintó eran en principio dos personas diferentes. Esto es lo que se deduce de las firmas de los jarrones, donde la palabra “εποίησεν” designa al alfarero y la palabra “έγραψεν” al pintor. Sophilos, Euthymides, Euphronius, Amasis, Nicosthenes son sólo algunos de los nombres conocidos de alfareros y pintores en cerámica.
La evolución del arte antiguo se divide en cuatro periodos: el geométrico (1050-750 a.C.), el arcaico (750-480 a.C.), el clásico (480-330 a.C.) y el helenístico (330-50 a.C.). Sin embargo, en lo que respecta a la cerámica, la distinción entre los periodos se basa en el tipo de decoración y la técnica utilizada. Así, se habla de la cerámica de estilo protogeométrico, que se caracteriza por la pintura de reflejo metálico negro, o del estilo orientalista, que floreció sobre todo en el siglo VII a.C. y adoptó la línea de contorno. A partir de finales del siglo VII a.C., los dos estilos que se impusieron en la zona griega fueron la cerámica de figuras negras y la de figuras rojas.
Durante el periodo helenístico, los alfareros estaban más interesados en la funcionalidad, y por tanto en la forma de las vasijas, que en la propia decoración. Este periodo no se caracteriza por una técnica concreta, sino por varias. Así, encontramos jarrones con motivos pintados, en relieve o impresos. En varias partes del mundo helenístico se establecieron importantes centros de cerámica, especialmente en Pérgamo, Pella y Atenas.
La cerámica en los tiempos modernos
La cerámica ha seguido evolucionando a lo largo de los siglos. En muchas partes de Grecia, todavía existen talleres de alfarería que producen objetos de arte y estética excepcionales. Para muchas islas en particular, la cerámica sigue siendo un rasgo especial de identidad. La cerámica de cada región se distingue por sus colores, sus motivos decorativos y el nombre utilizado para cada utensilio en particular. Así, según la región, el recipiente para transportar y almacenar líquidos se denomina stamna, víka (Mesenia), bótis (Patras, Corfú), balathouni (Karditsa) vytína (Dodecaneso), koumari (Lesbos) o laïna (Creta).
La isla de Sifnos se considera el bastión del desarrollo y la difusión de la cerámica en la región de las Cícladas. Las primeras muestras encontradas aquí están datadas en el periodo cicládico temprano. El suelo arcilloso de la isla y los largos periodos de sol permitieron el desarrollo del arte de la alfarería, que sigue floreciendo en la isla con más de 15 talleres activos que producen cerámica para uso doméstico y artículos de decoración. La cerámica de Sifnos está estrechamente vinculada al patrimonio cultural, la creación artística y la economía de la isla.
Sin embargo, la tradición alfarera local fue considerada durante años como un arte menor. Sin embargo, en la actualidad existe un creciente interés por la cerámica tradicional, que se manifiesta en los esfuerzos por investigar y preservar las técnicas locales. En este contexto, el Ministerio de Cultura griego ha incluido la tradición cerámica de Sifnos, así como la de la familia Kourtzi de la isla de Lesbos, en el inventario nacional del patrimonio cultural inmaterial de Grecia.
Un ejemplo representativo de esta visión del reconocimiento de la cerámica como parte del patrimonio cultural es el Centro para el Estudio de la Cerámica Moderna. El centro realiza trabajos de campo en muchas regiones de Grecia. Como parte de sus actividades, ha identificado talleres y hornos tradicionales, ha grabado el proceso de producción y ha filmado a alfareros tradicionales en acción. Los resultados de sus investigaciones se publican en libros y artículos científicos. El centro también organiza programas educativos y talleres de cerámica para adultos y niños.
Por otro lado, los ceramistas contemporáneos reclaman el derecho a presentar la cerámica como una forma de arte por derecho propio, con profundos orígenes históricos y contemporáneos y con inagotables posibilidades de expresión. Por ello, están «redescubriendo» la arcilla como material para crear obras de arte conceptuales.
Representantes de la cerámica griega contemporánea
Durante más de cincuenta años, Eleni Vernadaki ha creado cientos de formas de objetos, renovando radicalmente el arte de la cerámica en Grecia. En sus primeras obras aparecen referencias eclécticas a la tradición cerámica local y a los antiguos vasos griegos. Sin embargo, a lo largo de su carrera, la característica dominante de sus obras será el desarrollo dinámico de los principios del «modernismo» cerámico del siglo XX, al tiempo que producirá obras de «cerámica conceptual». Vernadaki consiguió superar la distinción entre arte «mayor» y «menor», por un lado, y entre objetos utilitarios y no utilitarios, por otro.
Panos Valsamakis (1900-1986) nació en Aïvalí, Asia Menor. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Atenas y se especializó en cerámica en la Escuela de Saint-Jean-du-Désert de Marsella. Su obra reúne de forma única la perspectiva oriental, griega y europea. Su estudio en Maroussi sigue activo.
Mary Hadjinikolí (1928-2020), hablando de su atracción por la cerámica, dice: «Estudié la cerámica no como un arte aplicado, tal y como la cultura de aquí la concebía, sino como un medio esencial de expresión creativa, con un enorme potencial. Fueron precisamente estas posibilidades las que satisfacían mi necesidad innata de crear materia y textura, los dos elementos necesarios para la consolidación de una forma y la formación de un concepto. En cuanto me di cuenta, viví haciendo cerámica». Hadjinikolí ha creado pinturas sobre azulejos de cerámica para integrarlas en edificios, así como esculturas de diversos tamaños. Ha experimentado con el material creando su propia arcilla de gran plasticidad y transparencia. También fue la primera artista que utilizó moldes para crear obras de arte pequeñas, reproducibles y relativamente baratas, haciendo posible que el público en general pudiera adquirir una obra de arte.
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Texto original en francés vía Grèce Hebdo
Trad.: C.P.
Etiquetas: arte