Exposición | El arte del grabado: De la Prehistoria a la Grecia moderna

 

 

 

La exposición, desarrollada por orden cronológico, muestra el camino de la escritura, el saber y el arte del grabado. Comienza con grabados prehistóricos de China, Francia y Grecia, remontándose a la antigüedad con símbolos, sellos, inscripciones y sellos cilíndricos procedentes de los museos arqueológicos e históricos de Grecia y Chipre. Escritos antiguos, grabados históricos de museos chinos, grabados europeos de la Edad Media, del Renacimiento y del Impresionismo, arte japonés, así como litografías de viajeros extranjeros a Grecia procedentes de museos griegos y pinturas en cobre del Monte Athos, son algunos de los tesoros exhibidos en esta exposición.

 

El recorrido histórico finaliza con obras de grabadores griegos, miembros de la Cámara Griega de Bellas Artes. La exposición se completa con obras contemporáneas de grabadores griegos que dan testimonio del desarrollo del arte en Grecia.

Breve historia del arte del grabado en Grecia.

 

Durante el periodo de dominación otomana, el grabado desempeñó un papel diferente como una herramienta de comunicación de la Iglesia con la comunidad de sus feligreses. «Iconos de papel» o «estampas» son grabados con representaciones religiosas o dibujos del monasterio, realizados por monjes grabadores del Monte Athos.

 

 

A principios del siglo XX, y mientras la pintura y la escultura griegas procuraban desprenderse de la tradición académica y abrazar el modernismo, el grabado griego reivindicó su propia autonomía como manifestación artística, más allá de su función práctica. Este papel se afianzó en el siglo XV con el desarrollo de la tipografía, haciendo del grabado la primera técnica de reproducción de imágenes en masa, desde entonces accesible a todos.

 

El grabado griego como expresión artística autónoma se desarrolló con los primeros experimentos de jóvenes artistas que estudiaban en Europa y entraban en contacto con una cultura de grabado establecida o con la obra de maestros, tales como Dürer. Los primeros artistas que se dedicaron al grabado fueron Lykourgos Kogevinas (1887-1940) y Dimitris Galanis (1879-1966). Este último, influenciado por los movimientos artísticos de París, experimentó con diversas técnicas innovadoras, llegando a exponer en Francia con Picasso y Braque. La primera exposición de Galanis, en Atenas, en 1928, fue el primer contacto del público con el grabado como forma de arte. La obra de Galanis se convirtió así en una fuente de referencia para otros artistas durante décadas.

 

Otro nombre a recordar es el de Yannis Kefallinos (1893-1957), que fue nombrado profesor de grabado en la Escuela de Bellas Artes de Atenas, en 1931. Durante los siguientes 24 años, Kefallinos, con una amplia formación europea, proporcionó a sus alumnos una sólida metodología y formación teórica. Su estudio se convirtió en un lugar de libertad y creatividad. «Kefallinos nos reveló lo que estaba ocurriendo en París, que entonces desconocíamos por completo», recordaba más tarde la grabadora, Vaso Katraki.

 

 

La siguiente generación de grabadores griegos estudia el arte del grabado con él. Entre ellos, destacan: Tassos, Vasso Katraki, Christos Daglis, Costas Grammatopoulos, George Moschos Telemachos Kanthos, Yiannis Moralis, Lambros Orfanos. En el periodo sombrío que siguió, todos ellos participan en la Resistencia a través de su arte, imprimiendo propaganda patriótica durante la guerra y ofreciendo obras de apoyo a la lucha por la libertad durante la ocupación alemana.

 

En la segunda mitad del siglo XX, los artistas probaron nuevas técnicas, ampliaron su temática y el uso de materiales, consolidando el grabado como un medio robusto que respondía a los desafíos de la época.

 

Más informaciones: El arte del grabado: De la Prehistoria a la Grecia moderna, Escuela de Bellas Artes, Pireos 256, Atenas. Hasta el 18/02/2022

 

Horarios: De lunes a viernes, 10.00-21.00, sábados y domingos, 10.00-16.00.

 

Entrada gratuita.

 

Fuente: Grèce Hebdo