Las celebraciones de estas fiestas traen aparejadas algunas tradiciones locales preservadas íntegramente con el paso de los años. En Grecia estas costumbres y diferentes maneras de celebrar la Pascua a veces varían entre las diferentes ciudades e islas griegas.
Una de las costumbres más conocidas son los huevos rojos. Se trata de una costumbre tan antigua como el uso de huevo y reprsenta el símbolo del renacimiento, mientras que el color rojo simboliza la sangre de Cristo. En muchos hogares griegos, se pone el primer huevo teñido debajo de un icono de la casa simbolizando, así, el carácter sagrado de esa costumbre.
Viajar en Grecia durante la Pascua ortodoxa griega ofrece a los visitantes la experiencia de vivir algunas de esas costumbres interesantes y, al mismo tiempo, disfrutar del paisaje primaveral.
Hay muchos lugares en Grecia que brindan esta ocasión y que, a continuación, intentaremos presentarles algunos de ellos:
Isla de Corfú
Una de las mejores épocas para visitar la isla de Corfú es la semana santa; es cuando la ciudad acoge a las más espléndidas celebraciones del año, en las cuales el tono marcan las melodías ceremoniales de las Orchestas Filarmónicas de la ciudad.
El Sábado Santo por la mañana se celebra lo que llamamos la Primera Resurrección. Pues bien, eso en Corfú se festeja con el lanzamiento de las «botidas«, es decir botes de cerámica llenos de agua, desde las ventanas de las casas a las calles empedradas del casco antiguo de la isla, mientras las campanas de las iglesias repican por toda la ciudad.
Isla de Quíos
La isla de Quíos, en el Mar Egeo, tiene una costumbre muy singular! Los residentes de la aldea de Vrontados reviven cada año la tradición de «la guerra de los fuegos artificiales». Después de la resurrección de Cristo, irrumpe en Vrontados un pandemónium de fuegos artificiales iluminando fantasmagóricamente el cielo de medianoche. Las imágenes son impresionantes.
Isla Skiathos
En Skiathos, todas las misas se celebran de acuerdo con la regla monástica del Monte Athos mientras las campanas suenan en tono fúnebre durante toda la Semana Santa.
Un pregonero que encabeza la procesión recita cantos penitenciales y piadosos acompañado por todos los participantes en la procesión. La procesión recorre todas las calles de la isla en medio de un clima de devoción que crean las casas iluminadas con velas colocadas en las ventanas o en los patios. Al llegar a la iglesia de los Tres Jerarcas, los fieles de ambas iglesias que siguen las procesiones se unen y juntos continuan la procesión por toda la isla y regresan a las iglesias alrededor de las 5.30 de la mañana.
Isla de Tinos
En Tinos, Cícladas occidentales, el Viernes Santo ambas iglesias da la isla, la ortodoxa y la católica, sacan en procesión al Santo Sepulcro, recorriendo el trayecto desde sus respectivas iglesias hasta al puerto donde celebran misa conjunta antes de que cada procesión siga su propio itinerario a través de sus respectivas parroquias.
Otra costumbre de Tinos es la procesión de Aghios Nikolaos (San Nicolás), patrón de los marineros. Tiene lugar en la playa Spitalia donde cuatro hombres lo llevan a hombros y entran al mar junto con el sacerdote. Después, encienden tres cruces mientras suenan las sirenas de los barcos y los fuegos artificiales creando un ambiente sublime.
Esta costumbre es muy reciente (a mediados de los 80) y se hace en memoria de un joven de la isla que se ahogó por estas fechas en las aguas de esta playa.
Isla de Amorgós
En Amorgós, la más oriental de las Cícladas, las casas y las calles se pintan de blanco el Lunes Santo; una costumbre que marca el inicio de la Semana Santa y refleja el ambiente festivo de la temporada. Las mujeres de Amorgós hacen pan y lo decoran con huevos de color rojo, mientras que el Viernes Santo por la tarde ofrecen a los paseantes pan, aceitunas y dulces que permite el ayuno de la cuaresma.
Los orígenes de las costumbres de Amorgós se pierden en la prehistoria. El Sábado de Lázaro las mujeres de la isla elaboran galletas dándolas forma de hombre que se llaman «lázaros», «lazarakia» o «muñecos». Su forma recuerda a las estatuillas protocicládicas. Durante la procesión de la tarde, todas las calles y pasos de la aldea bizantina de Chora (la capital de Amorgós) se llenan de cientos de velas improvisadas que se encienden en la pequeña loza o utensilios de metal. La costumbre comenzó por el Barrio Alto de Amorgós y, ahora, se ha extendido por toda la isla.