Situada a una altitud de 320 metros sobre el nivel del mar, Édesa (antes llamada Vodená) es una ciudad de la región griega de Macedonia Central y capital de la prefectura de Pella. Su fisionomía siempre ha estado asociada al agua tal y como indica su propio nombre, de origen frigio, que significa «castillo o ciudad en el agua’’. 
 
 
La ciudad ha estado habitada desde la antigüedad y hasta el descubrimiento de las tumbas de Vergina (1977) ha sido identificada con la antigua ciudad de Egués, la primera capital del antiguo reino de Macedonia. La ciudad actual está construida en el lugar de la acrópolis de la ciudad antigua. Alcanzó su auge en la época romana para caer en el olvido en la Edad Media. Muy pocas son las fuentes históricas que nos informan de la vida de la ciudad en ese período. Más tarde fue ocupada sucesivamente por búlgaros y serbios hasta someterse, en 1386, al imperio otomano. Aunque participó en la Revolución griega de 1821 contra la ocupación turca, no se incorporó al Estado griego hasta 1912. 
 
La prosperidad de la ciudad recibió un golpe fatal en los años ´40 con la ocupación alemana y la guerra civil que siguió. Aunque Édesa no fue bombardeada durante la II Guerra Mundial, fue víctima de la venganza del ejército alemán poco antes de su retirada, en septiembre de 1944, cuando en represalias por el asesinato de un soldado alemán quemó casi la mitad de la ciudad dejando a miles de ciudadanos griegos sin hogar. Entre los edificios destruidos por el incendio fueron la Escuela de Varones “Arenagoguío” (construido en 1862) y la Catedral de Aguii Anárguiri. 
 
A principios del siglo XX, con la concentración de la industria en los grandes centros urbanos, principalmente Atenas y Tesalónica, las antiguas fábricas de Édesa caen en marasmo siendo la mayoría de ellas demolidas o convertidas en espacios de ocio y cultura. 
 
Sin embargo, la ciudad sigue conservando cierta parte de su casco antiguo, siendo este su punto más atractivo junto a los arroyos, los puentes, el parque y las muchas cascadas. Se conservan aún sus estrechas calles adoquinadas y algunas casas antiguas que dan una ligera idea de cómo era la ciudad antes del boom constructivo de la década de los ´50 y ´60. A pesar de ello, Édesa sigue escondiendo muchos rincones verdes con bastantes parques en su centro que, atravesados por pequeños ríos, configuran su paisaje único. 
 
Las cascadas de Edesa
 
La ciudad es muy famosa por sus cascadas formadas por el río Edeseos que fluye a través de la ciudad. Hay cascadas por todas partes, pero la más grande es la de Káranos que cae por un acantilado de 70 metros de altura. Se encuentra en un hermoso parque arbolado y con muchas flores, en medio de la ciudad. 
 
Otros lugares de interés son:
 
• El alto acantilado con sus impresionantes vistas sobre las llanuras de Macedonia Central que se extienden hasta Tesalónica. 
 
• La localidad de «Kiupri» (que significa puente en turco) en las afueras de la ciudad con un hermoso puente de piedra de la época otomana.
 
• El Reloj de Piedra, construido alrededor de 1905. 
 
• La iglesia bizantina de la Asunción o de Santa Sofía, una catedral del s. XIV, situada en el barrio de Varosi. 
 
• El barrio tradicional de Varosi, donde se encuentran las casas más antiguas de Edesa (algunas construidas a principios del siglo XIX).
 
• La Mezquita Yení Tzamí, probablemente construida en 1875, que albergó el museo arqueológico de la ciudad. 
 
El interés del visitante es atraído, también, por el Acuario y el Museo del Agua que conserva utensilios antiguos y modernos, empleados en la industria hídrica. 
 
Finalmente, recordar que en varios puntos de la ciudad se pueden apreciar partes de la muralla, así como el Ágora y una columnata con inscripciones en griego de la época del Imperio Romano, que han sacado a la luz las excavaciones arqueológicas. 
 
 

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