Después de su restauración, la pequeña y redonda capilla de Aghios Nikolaos (San NIcolás) Thon, cerca de la esquina de las avenidas Alexandras y Kifissias, en la capital griega, fue, ayer domingo, día de San Nicolás, entregada a los residentes y visitantes de Atenas.
Desconocida para muchos, la capilla, que ha sufrido muchos daños durante los años, es el único elemento que queda de la villa llamada «Mon Caprice», perteneciente a Nicolás Thon, cortesano del Rey Jorge I y director del Teatro Real de Grecia, según un comunicado del Ministerio de Cultura y Deporte de Grecia.
La capilla fue inaugurada en 1895, en medio del lujoso jardín de la finca de Nicolás Thon, decorado con bustos de personalidades de la época y otras obras escultóricas. Sus planos, que originalmente se creía que habían sido elaborados por Ernst Ziller, fueron hechos por el arquitecto Anastasios Metaxas.
Contiene pinturas murales al secco separadas en zonas, y diseños geométricos en su decoración, así como ventanas de madera y vitrales que se cree que fueron traídos de Rusia por Thon. Una imagen del Cristo Pantocrátor está en la cúpula, y la capilla también contiene un iconostasio de madera.
La villa Thon, que ya había cambiado de dueño en 1921, fue destruida en 1944 y demolida en 1947, dejando la capilla “fuera de contexto” en medio de los crecientes edificios de apartamentos de la zona. Una copia casi fiel de la capilla fue encontrada en la isla de Salamina, en terrenos pertenecientes a Maria Hors, la difunta coreógrafa.
La financiación para su restauración, que había sido una demanda de larga data de los residentes de la zona, provino del programa de negocios regionales de Ática y ascendió a un total de 550.000 euros para completarla. Los trabajos se llevaron a cabo bajo la supervisión del Ministerio de Cultura y Deporte (Divisiones de Restauración de Monumentos Bizantinos y Postbizantinos, y Mantenimiento de Monumentos Antiguos y Moderno).
«Hoy entregamos al público la capilla de Aghios Nikolaos Thon, iluminada por fuera, haciendo destacar así un raro monumento que quedó destruido e invisible durante muchas décadas», subraya el Ministerio de Cultura y Deporte en una declaración sobre la reapertura de la capilla.
C. Peppas
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