Los líderes del Sur de la Unión Europea abordaron, ayer, en Madrid “no solamente el futuro sino, también, el presente de la Unión Europea”, según las palabras del Primer Ministro griego, Alexis Tsipras quien, al mismo tiempo, destacaba la “relevante la presencia” del Sur en Europa y la importancia de estos encuentros periódicos que “han afianzado los vínculos entre nosotros”. «Queremos ver a Europa como podría ser y no como es y trabajar para hacerla como debería ser», dijo Tsipras evocando a Miguel de Cervantes e instando a los demás líderes a considerar la necesidad de retomar el proyecto europeo y conseguir una Europa mejor.
 
 
Tras recibir los elogios de Hollande, Alexis Tsipras puso de manifiesto los esfuerzos de su Gobierno para cumplir con las normas  y para ello se necesita  -dijo-  “flexiblidad y que todos las cumplan, incluidos los países con «superávits exagerados». “Ha llegado el momento de una solución definitiva de la deuda”, resaltó el Primer Ministro griego, sugiriendo la posibilidad de implantar el denominado «eurobono» para «compartir» riesgos. Algo que Rajoy ha defendido también a medio plazo y que se tratará en la IV Cumbre de Países del Sur que se celebrará en Chipre.
 
Reunidos en el madrileño Palacio del Pardo, los siete dirigentes del sur europeo celebraban la III Cumbre del llamado Club Med o Frente del Sur; una iniciativa que partió del Primer Ministro griego y que se materializó en el primer encuentro en Atenas, en septiembre pasado, entre los  Jefes de Estado y de Gobierno de los siete países mediterráneos, Francia (François Hollande), España (Mariano Rajoy), Italia (Paolo Gentiloni), Portugal (Antonio Costa), Grecia (Alexis Tsipras), Chipre (Nicos Anastasiades) y Malta (Joseph Muscat). 
 
La agenda de sus conversaciones fue dominada por los temas de candente actualidad, tales como los últimos acontecimientos en Siria, las negociaciones para la retirada del Reino Unido tras el Brexit, la cuestión chipriota, los refugiados y la lucha contra el terrorismo a la sombra de los útlimos ataques en Estocolmo, San Petersburgo y Egipto.
 
Aunque condenaron “en los términos más rigurosos” el reciente ataque con armas químicas en Siria y mostraron su “comprensión“ a la respuesta directa de los EE.UU, los mandatarios del Sur en su declaración conjunta advirtieron de que “no puede haber una solución militar al conflicto” y que “solamente una solución política creíble podrá garantizar la paz y la estabilidad en Siria”,  subrayando al mismo tiempo su apoyo a las conversaciones que se desarrollan en Ginebra con la mediación de la ONU.
 
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El brexit copó buena parte de la reunión, con los siete líderes respaldando las líneas básicas de las negociaciones que proponen, primero, la retirada y, después, los futuros acuerdos comerciales. Coincidieron en la necesidad de la unidad de los “27” tras la salida del Reino Unido de la U.E., e hicieron mención especial a la defensa de los derechos de todos los ciudadanos, incluidos los europeos que permanecerán en Gran Bretaña tras el brexit.
 
En cuanto a la cuestión chipriota juzgaron positivamente el hasta ahora balance del Presidente de la isla, Nicos Anastasiadis, y de su Gobierno, “que actúan según los principios del acervo comunitario con el propósito de la reunificación de la isla”. Finalmente, abordando el tema de los refugiados, insistieron en la necesidad de una política común de diálogo y cooperación tanto en el seno de la U.E. como con los países de Africa.
 

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