Aunque mucha gente piensa que vivir en Atenas no ofrece muchas oportunidades para escapadas cercanas, no es asi. Hay muchos lugares atractivos cerca de la capital entre los cuales les proponemos los siguentes.
Bosque de Tatoi
El bosque de Tatoi forma parte del Parque Natural del monte Parnés, un idílico paraje natural ubicado al norte de Atenas. Se trata de 42 hectáreas de gran diversidad biológica, con una rica flora en la que predominan las coníferas, y muchas especies raras de fauna. Además es un importante enclave histórico ya que el actual Tatoi fue la antigua Dekelia, ciudad fortificada por los Espartanos durante la Guerra del Peloponeso para cortar los suministros a los atenienses. Restos del fuerte se conservan hasta nuestros días. Tatoi jugó, también, un destacado papel en la historia contemporánea de Grecia siendo lugar de veraneo de la dinastía de Jorge A´ instaurada en el año 1864. Aquí, en el Palacio de Tatoi tomaron posesión los Gobiernos de Elefterios Venizelos en 1915, de Rallis en 1920 y de Georgios Papandréu en 1964 y fueron firmados muchos decretos reales.
Actualmente, es un extraordinario rincón natural a 20 kilómetros de Atenas; un lugar ideal para una escapada de un día para disfrutar de su extensa vegetación y con la posibilidad de desarrollar muchas actividades, desde largas caminatas, senderismo, ciclismo, paseos por el lago artificial Beletsi hasta una visita al pequeño zoológico de la zona.
Los amantes de la historia tampoco se aburrirán aquí, ya que pueden visitar el antiguo palacio y el resto de las dependencias reales, todas de una arquitectura impresionante. Dos veces por mes la Asociacion de amigos de Tatoi organiza excursiones guiadas que incluyen sendas visitas a cada uno de esos edificios históricos .
Las cafeterías y restaurantes de la zona se ofrecen para el descanso y la degustación de varias delicias locales. El parque está abierto al público desde el amanecer hasta la puesta del sol.
El monte Parnés
El monte Parnés (Párnitha en griego moderno) es uno de los cuatro montes que rodean Atenas y forma parte de los diez Parques Naturales con los que cuenta Grecia. De una extensión de 300 kilómetros cuadrados aproximadamente, tiene más de 16 picos que superan los mil metros de altura, siendo su más alto Karambola con 1.413 m. Por su peculiar morfología y su singular belleza natural ha sido incorporado en la red Natura 2000; alberga más de 1000 especies de flora y fauna, siendo el único lugar en Grecia en que vive el ciervo común. Es una zona de vegetacion exuberante, lo que le convierte en una escapada paradisiaca del barullo de la ciudad. A eso ayudan mucho sus múltiples senderos bien delimitados y claramente señalizados.
Además, los iniciados en las rutas senderistas tienen la oportunidad de pasar la noche en la montaña, en uno de sus dos refugios, Bafi y Flaburi. Ambos están muy bien organizados, ofreciendo comida y estancia.
Merece la pena visitar la pequeña iglesia de San Pedro, así como el particular monumento llamado Parque de las Almas; se trata de una instalación escultórica al aire libre hecha de troncos de madera por el guardia forestal Spiros Ntatsiotis en homenaje a todos los pacientes de tuberculosis que se hospitalizaron en el antiguo Sanatorio que funcionó en Parnitha durante muchos años.
El lago de Maratón
El rincón más glorioso de Atenas, está a 28 km de su centro. Allí se encuentra, también, el lago artificial de Maratón, de una extensión de 25 hectáreas, que desde la construcción de la presa, en 1931, garantiza de forma complementaria el suministro de agua a la capital griega. Es un lugar de especial interés tanto por su belleza natural pero sobre todo por su gran valor histórico. Muy cerca del lago se encuentra la Tumba de Maratón donde están enterrados los restos de los 192 soldados que cayeron en la célebre batalla contra los Persas, el año 490 a. C.
El perímetro del lago es idóneo para recorrerlo a pie o en bicicleta. Además, enfrente de la presa, está el café Fragma (Café de la presa) de cuyos balcones anfiteatrales se puede disfrutar de unas vistas magníficas del lago. ¡No pasen por alto la visita al cercano Museo del agua! ¡Les sorprenderá!
Desde ahí, se pueden hacer pequeñas visitas, empezando por un breve descanso en el cercano pueblo de Kaletzi para disfrutar de alguno de sus múltiples restaurantes y tabernas y seguir con una visita al emplazamiento arqueológico de Ramnunda y, por supuesto, al Museo de la Calle Maratón o al curioso Museo Europeo del Pan en la zona de Vanavas.
Vale también la pena una visita en Brexiza, un santuario de los dioses del Egipto que es un monumento de gran valor arqueológico.
Eleusis
Patria de Esquilo y sede de los célebres misterios eleusinos, ritos de culto anuales a los diosas Deméter y Perséfone, Eleusis es actualmente un centro urbano incorporado casi al área metropolitana de Atenas de la cual dista 18 kilómetros. La historia de la ciudad se despliega a través de sus abundantes monumentos y sus hallazgos arqueológicos, como por ejemplo el Patio Sagrado, los Propileos Mayor y Menor, el Templo de Deméter y muchos más, razón de peso que obliga iniciar nuestra visita por su famoso Santuario en el que, desde el período micénico hasta finales del siglo IV, fue venerada Deméter como la diosa del renacimiento de la naturaleza y de la agricultura.
Eleusis, ha sido seleccionada por la UE para ser la Capital Europea de la Cultura en 2021. Logró integrarse en el mapa de la ciudades creativas de Europa mediante un extenso y ambicioso proyecto, bajo el insinuante título “Transición a la EUphoria”, que pretende cambiar radicalmente su imagen, utilizando para ello la cultura como principal vehículo.
Es un destino excepcional que garantiza una jornada agradable e interesante tanto por sus paseos marítimos como por su interés histórico-arqueológico.
Vilia
Una vez en Eleusis se puede aprovechar la oportunidad de visitar Vilia, uno de los pueblos más pintorescos de la región de Ática, sito en las faldas de la montaña Kitherón. A 56 kilómetros de Atenas, Vilia es una pequeña aldea de 1200 habitantes construida en forma de anfiteatro, a una altura de casi 600 metros sobre el nivel del mar. Aparte de su carácter pintoresco, sorprende al visitante con sus vestigios de los periodos bizantino y cristiano, entre los cuales destaca la Iglesia de la Transfiguración del Señor, obra del célebre arquitecto sajón, Ernst Ziller, quien fue el principal diseñador de la mayoría de las construcciones neoclásicas en Atenas, en el siglo XIX.
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