Dos descubrimientos arqueológicos griegos se encuentran entre los diez más importantes del mundo, según el catálogo anual que publica anualmente la revista americana “Archaeology”: Se trata de los 80 esqueletos maniatados hallados en una fosa común en Fáliro (sur de Atenas) y del Hombre de Anticitera.
La necrópolis de Fáliro
Fue hallada en 2016, en el recinto del Centro de Cultura de la Fundación Stavros Niarchos. Se trata de una fosa común (poliándrion en griego que significa: enterramiento colectivo de hombres que murieron juntos) que contiene restos de 80 esqueletos maniatados excepto uno que lleva los grilletes en los pies. Según menciona la revista americana, los más recientes análisis osteológicos demuestran que se trata de hombres de entre 20 y 30 años, matados todos de la misma forma, es decir recibiendo un golpe fatal en la cabeza. El descubrimiento de dos pequeños jarrones al lado de los esqueletos hizo posible la datación del entierro entre mediados y finales del VII siglo a. C., lo que significa que estos hombres fueron ejecutados en el intento de llevar a cabo un golpe para conquistar el poder político, según la supervisora de las excavaciones, la arqueóloga Stela Jrisulaki. Se presume que los cadáveres hallados corresponden a los que participaron en la revuelta de Cilón que, a pesar de haberse entregado tras el golpe fallido, fueron ejecutados.
Cilón, ex-campeón olímpico que pertenecía a una poderosa familia aristocrática de Atenas, era yerno de Teágenes, tirano de Mégara, quien le prestó ayuda en su intento en 632 a.C. de apoderarse de la Acrópolis de Atenas y convertirse en tirano de la ciudad. En esa época todavía no se había instaurado la democracia en Atenas y eran muy frecuentes los conflictos entre artistócratas para hacerse con el poder.
El golpe falló y Cilón huyó; pero sus seguidores se refugiaron como suplicantes al templo de la diosa Atenea para acogerse al asilo sagrado de su altar. El arconte ateniense Megaclés (miembro de una de las familias eupátridas de Atenas, los Alcmeónidas) les prometió dejarles marcharse de la ciudad sin hacerles daño, pero no cumplió con su promesa y los partidarios de Cilón fueron despiadadamente ejecutados, cometiendo así un grave sacrilegio que desató la ira de los dioses y la indignación de los atenienses.
El sacrilegio de los Alcmeónidas y la consiguiente ira de los dioses acarrearon una serie de sufrimientos, desastres y calamidades sobre Atenas que entra en un largo período de desestabilización. Los Alcmeónidas fueron exiliados y los atenienses llamaron a Epiménides de Creta para purificar la ciudad. Al término de ese período inestable, se instaura la primera democracia de la antigüedad griega, con las leyes de Solón, en 597 a. C.
El Hombre de Anticitera
Se trata de un esqueleto humano hallado en el curso de una de las múltiples expediciones que se realizan, desde hace años, en el famoso naufragio de Anticitera para descifrar el cargamento de aquel barco romano que, viajando hacia Roma entre los años 50 y 40 a. C. lleno de tesoros griegos, naufragió en el mar de Anticitera. Hemos de recordar que entre los restos recuperados de este naufragio se encuentra el extraordinario Mecanismo de Anticitera, una curiosa computadora analógica, utilizada para predecir algunas posiciones astronómicas y eclipses y considerada como el precursor de los ordenadores actuales.
Sin embargo, este verano se ha recuperado otro hallazgo valiosísimo: se trata de un esqueleto humano conocido ya con el nombre de El Hombre de Anticitera. No es la primera vez que se encuentran restos humanos en el cargamento del naufragio. Durante las investigaciones realizadas entre 1900 y 1976 ya se habían encontrado cuatro esqueletos. Sin embargo, el Hombre de Anticitera es el primero que se localiza después de 40 años y en una época en que es posible el análisis del ADN. Según el arqueólogo Hannes Schroeder, este descubrimiento es una excelente oportunidad para estudiar el material genético de un marinero antiguo. Es posible que el análisis del ADN nos dé informaciones sorprendentes sobre el origen genético y procedencia geográfica de la tripulación del barco.
Parte del esqueleto permanece en el lugar en que fue descubierto para seguir siendo estudiado in situ. Los arqueólogos creen que puede haber más restos humanos en el lugar del naufragio. Cualquier hipótesis queda por ser corroborada por las investigaciones, llevadas a cabo por un grupo de destacados arqueólogos y la ayuda técnica del Instituto Oceanográfico Woods Hole de Massachusetts, que se reanudarán el próximo verano.
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