El «kafenío», o «kafenía» en plural, son los cafés tradicionales griegos convertidos en una institución social que cuenta con varios siglos de vida. Desde siempre han sido el centro neurálgico de la vida social no solamente de los grandes centros urbanos sino, también, de los núcleos rurales. No hay pueblo que se precie que no cuente con al menos un kafenío, aunque en muchos casos sus clientes se cuenten con los dedos de una mano.
El kafenío »Nassos» de Florina
En Grecia continental o en las islas, los “kafenía” son el primer lugar con que se topa el visitante; el primer punto de acogida y hospitalidad para recabar información sobre el pueblo o el barrio, preguntar por el camino perdido o conocer las atracciones turísticas de la región. Al mismo tiempo, es el sitio ideal para hacer una pausa a descansar después de un largo viaje y tomar un café griego o un traguito de tsípuro acompañado de las tapas típicas de la zona.
Empezaron siendo un espacio exclusivo para hombres -carácter que en algunas aldeas mantienen hasta hoy-, pero por lo general las mujeres tienen actualmente una presencia notable en ellos.
El kafenío »111″ de Atenas
Ancestral marco de convivencia, han sido desde siempre un espacio vivo, bullicioso y alborotador, un punto de encuentro ideal para echar una partida de cartas, charlar y – cómo no- reciclar los cotilleos del pueblo, comentar relajadamente la actualidad o un partido de fútbol, evocar -los más viejos- recuerdos nostálgicos. Enzarzarse en interminables discusiones políticas era, también, en el orden del día; sin embargo era en épocas preelectorales que las peleas políticas se avivaban, llegando incluso o dividirse la clientela según las preferencias políticas de los propietarios.
Lo que más atrae la mirada del visitante son sus paredes; verdaderos lienzos que narran la vida e historia del pueblo y de sus habitantes o simplemente retratan los gustos y preferencias del propietario. En ellas podemos ver retratados desde el propietario y sus allegados en grandes momentos familiares hasta instantáneas de grandes futbolistas o políticos preferidos, fotografías de grandes acontecimientos históricos o anuncios publicitarios de otras épocas, sin faltar por supuesto fotos de distintas celebridades en aquellos que tuvieron la suerte de acogerlas. Algunos, sobre todo en las grandes ciudades, fueron testigos de importantes acontecimientos políticos de la historia contemporánea y otros escribieron su propia historia como centros de tertulias de intelectuales, escritores y actores.
El kafenío »Panelínion» de Ámfisa
Fueron fuente de inspiración para muchos artistas, escritores, fotógrafosy realizadores; Una escena muy característica se puede encontrar en la obra maestra de Theo Angelópulos ‘’El Viaje de los comediantes«, rodada en el histórico kafenío »Panelínion» de la ciudad de Ámfisa. También, en algunas obras del gran escritor Aléxandros Papadiamantis ciertas historias o secuencias parecen haber sido inspiradas en un kafenío tradicional.
Siendo sinónimo de la historia del lugar donde se encuentran, la suerte de muchos de ellos, sobre todo en aldeas pequeñas, ha ido asociada al continuo despoblamiento que ha sufrido el medio rural en la era contemporánea, y los que han resistido en el tiempo ven su futuro bastante incierto ante la nueva realidad. Pero todavía podemos encontar muchos de ellos, algunos rehabilitados otros invariables en el tiempo, sobre todo en la provincia, ubicados normalmente en las plazas centrales de los pueblos, bajo la sombra de enormes árboles milenarios, junto a ríos pequeños o en lugares con espectaculares vistas a paisajes espléndidos. Pero, también, en Atenas perviven todavía bastantes de ellos. Yorgos Pittas realizó un excelente trabajo rescatando unos cien kafenía por toda Grecia y registrándolos en una edición bilingüe griego-inglés, bajo el título «Cafés de Grecia» acompañada de unas fotos preciosas que nos ayudarán a elegir ¡dónde tomaremos nuestro próximo café griego!
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