¿Quién dijo que el puerto del Pireo es un lugar sin encanto y sin nada interesante a descubrir en él? Lejos del alboroto y el bullicio de los embarcaderos, el mayor puerto de Grecia es un destino cargado de historia lleno de sitios y monumentos encantadores, los más importantes de los cuales procuraremos descubrir a continuación sin pretensión alguna, por supuesto, de agotarlos todos.
Hacia el siglo V a. C, fue Temístocles, hombre de Estado y gran estratega, el primero en darse cuenta de la importancia que podría jugar el Pireo, que en aquel entonces era todavía una isla separada de la ciudad de Atenas por las marismas de Halipedon; era en realidad un medio ideal para que Atenas se convirtiera en una verdadera potencia naval.
Bajo el impulso de Temístocles, una doble muralla fortificada (Las murallas largas de las que todavía se pueden apreciar numerosas huellas) es construida entre los años 461 y 456 a. C, afin de conectar Atenas con el puerto del Pireo. Pericles, poco más tarde, completa esta fortificación con la construcción de un tercer muro largo. A partir de 451 a. C, la ciudad fue reconstruida según los planos del arquitecto Hipodamo de Mileto, sobre los cuales se basó también la reconstrucción de la ciudad en 1834, fecha en que Atenas vuelve a ser capital de Grecia.
Hoy día, el Pireo es el puerto principal de Atenas y el mayor de Grecia que funciona como un nexo de unión entre la parte continental del país y sus numerosas islas pero, también, como la mayor puerta entrada y comunicación con el resto del mundo.
El Pireo dispone de tres puertos menores: Kantharos (el puerto central) de donde salen los ferries, Zea y Mikrolímano. Situado a 12 km al suroeste del centro de Atenas, el Pireo es fácilmente accesible en autobús o metro. La estación del metro ha sido recientemente reformada por lo que se podría aprovechar de este medio para poder visitarla.
Al sur de la estación, en los alrededores de la calle Navarinu, la ciudad presenta un aspecto muy dinámico gracias a su animado mercado de vendedores de pescado, frutas y verduras y sus innumerables ferreterías. El domingo por la mañana, en la estación de los trolebuses se monta el gran mercado de pulgas, parecido al de Monastiraki en el centro de Atenas, que se extiende a lo largo de las aceras de las tiendas de antigüedades de la plaza Ipodamías y por las calles de Alipedu y Skilitsi.
A este aspecto vigoroso del Pireo habrá que añadir sus grandes atractivos histório-arqueológicos, empezando naturalmente por su principal museo, el Arqueológico, que alberga las hermosas estatuas de bronce halladas durante unos trabajos excavatorios en 1959. Cerca del museo se encuentran los restos del teatro de Zea que datan del siglo II a. C., de los cuales se conserva en muy buen estado la orquesta. Está situado en los alrededores de la Marina de Zea (Pasalimani) desde donde uno puede contemplar los impresionantes y lujosos yates ahí amarrados o disfrutar de un café o almuerzo en los innumerables bares y tavernas que abundan en la zona.
Un poco más allá podemos encontrar el Museo Naval de Grecia. Su sala principal está adosada a un fragmento de los Muros Largos. En él se exponen en total unos 2.000 objetos que recorren la larga historia naval del país, de más de 3.000 años.
A medio camino entre la estación de metro del Pireo y Mikrolímano queda el recién rehabilitado Teatro Municipal que domina en la céntrica plaza de Koraí. Se trata de un edificio neoclásico, de extraordinaria belleza, inspirado en la “Opéra Comique” de París; fue construido por Ioannis Lazarimos y, actualmente, acoge la Pinacoteca Municipal y el Museo Panu Aravantinú.
No muy lejos del Teatro Municipal, está ubicada la Iglesia de Santa Trinidad, edificada en 1964 sobre los cimientos de otra iglesia ortodoxa de mediados del s. XiX. Es una de las más bellas muestra de arte bizantino, tanto por su estilo arquitectónico como por su riqueza decorativa y sus impresionantes frescos.
En el lado oeste de la ciudad, caminar por el elegante y a la vez muy popular barrio de Castela puede resultar una experiencia única, con sus tradionales callejuelas llenas de flores y aromas mezclados con la brisa fresca del mar. Castela está construida sobre una colina a lo alto de la cual se encuentra la iglesia del profeta Elías; desde ahí se obtiene la mejor vista panorámica sobre todo Atenas y el golfo Sarónico por la que merece la pena subir la cuesta hasta llegar arriba. Pueden recompensar su esfuerzo con un café en el pintoresco Microlímano (significa puerto pequeño) o un fresco y sabrosísimo pescado en los muchos restaurantes de la zona.
Para los fanáticos de los deportes y del fútbol, Pireo es la sede del famoso equipo de fútbol Olimpiakós (OSFP), club fundado en 1925. Se puede visitar su Museo, ubicado en el Estadio Yorgos Karaiskakis en Fáliro.
Texto de Elisa Rullaud para Grèce Hebdo
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