El Día Mundial de la Poesía empezó por una sugerencia del poeta griego Michael Mitras, en 1998, que él trasmitió a la UNESCO. La idea fue aceptada y, un año más tarde, se establece el Día Mundial de la Poesía empezando su primera celebración en Grecia, en el año 2001.

Según la Declaración de la UNESCO, durante su 30ª Conferencia General en París en 1999, cada año el 21 de marzo, el Día Mundial de la Poesía celebra una de las formas más preciadas de la expresión e identidad cultural y lingüística de la humanidad. La poesía habla de nuestra humanidad común y de nuestros valores compartidos, transformando el poema más simple en un poderoso catalizador del diálogo y la paz.

Con motivo de dicha celebración, se les presenta un poema de Yiannis Ritsos, titulado “Sinfonía primaveral” (en griego: «Εαρινή συμφωνία»), en versión de José A. Moreno Jurado.

Sinfonía primaveral», de Yannis Ritsos

Escucha las esquilas
de las iglesias del campo.
Llegan desde muy lejos.
desde muy hondo.
De los labios de los niños,
de la ignorancia de las golondrinas,
de los patios blancos del domingo,
de las madreselvas y los palomares,
de las casas humildes.

Escucha las esquilas
de las iglesias primaverales.
Son las iglesias
que no conocieron la crucifixión
ni la resurrección.

Sólo conocieron las imágenes
del Doceañero
con una tierna madre
que lo esperaba por las tardes en el umbral,
y un padre pacífico que olía a campo,
que tenía en sus ojos el mensaje
de la aparecida Magdalena.

Cristo mío,
¿cuál hubiera sido tu camino
sin el mirto y el nardo
en tus pies polvorientos?

Lejos, lejos,
con una sonrisa azul
mirabas el cielo,
mientras el aroma de las espigas
y los pasos de las mujeres
reían
ante tu ventana.

Amada,
cortando manzanilla
y mirando el mar,
volveremos a decir
nuestra súplica de niños
con las aves y las hojas.

(en griego)

«Εαρινή συμφωνία» του Γιάννη Ρίτσου

Ακου τα σήμαντρα

των εξοχικών εκκλησιών.

Φτάνουν από πολύ μακριά

από πολύ βαθιά.

Απ’ τα χείλη των παιδιών

απ’ την άγνοια των χελιδονιών

απ’ τις άσπρες αυλές της Κυριακής

απ’ τ’ αγιοκλήματα και τους περιστεριώνες

των ταπεινών σπιτιών.

Ακου τα σήμαντρα

των εαρινών εκκλησιών.

Είναι οι εκκλησίες

που δε γνώρισαν τη σταύρωση

και την ανάσταση.

Γνώρισαν μόνο τις εικόνες

του Δωδεκαετούς

που ‘χε μια μάνα τρυφερή

που τον περίμενε τα βράδια στο κατώφλι

έναν πατέρα ειρηνικό που ευώδιαζε χωράφι

που ‘χε στα μάτια του το μήνυμα

της επερχόμενης Μαγδαληνής.

Χριστέ μου

τι θα ‘τανε η πορεία σου

δίχως τη σμύρνα και το νάρδο

στα σκονισμένα πόδια σου;

Μακριά μακριά
μ’ ένα γλαυκό χαμόγελο
κοιτούσες τον ουρανό
ενώ τα μύρα των σταχυών
και τα βήματα των γυναικών
γελούσαν
μπρος στο παράθυρο σου.

Αγαπημένη
κόβοντας χαμομήλια
και βλέποντας την θάλασσα
θα ξαναπούμε
την παιδική μας δέηση
μαζί με τα πουλιά και με τα φύλλα.

Texto: D.P

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