La energía eólica, (éolos, en griego aíolos, el dios de los vientos según la mitología griega) la forma de energía más compatible con el medio ambiente, después de la solar, es uno de los sectores más prometedores desde el punto de vista de la creación de empleo.
De acuerdo con los datos de la Asociación de los Científicos de la Energía Eólica, el año pasado se realizaron en Grecia las mayores inversiones en dicho sector, con una tendencia al alza casi ininterrumpida, a partir de 2010. A finales de 2017 se pusieron en marcha inversiones en plantas eólicas (generando una capacidad adicional de 550 megavatios) que según se calcula estarán en funcionamiento dentro de 15 meses. Además, en 2017 se instalaron los primeros aerogeneradores en la región de Epiro (2,4 MW), que hasta hace poco fue la única región del país en no contar con plantas de energía eólica.
El papel estratégico de Grecia en este sector es indiscutible ya que Grecia puede ser un pilar fundamental para la política energética de la UE participando, en gran medida, en la realización de los objetivos de la UE para que se garantice la seguridad energética en todo el continente y sobre todo en la región de los Balcanes, aprovechando en particular su considerable potencial del desarrollo de la energía eólica terrestre y marina, manteniendo parques eólicos por el mar Egeo.
La contribución potencial de Grecia a la autonomía energética de Europa y su posición dominante en lo que concierne a la estabilidad y a la paz en la Europa Sudoriental es un factor clave para la atracción de inversores.
Según recientes Decretos ministeriales, el gobierno griego lanzará una licitación de parques de energía solar y eólica por un total de 2.6 gigavatios, en el próximo trienio 2018-2020.
Que no se nos olvide que la isla griega de Tilos va convirtiéndose en la primera isla “verde” del Mediterráneo. (A.Pap)
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