En ocasión de su 70 aniversario, la UNESCO inició un nuevo programa de Ciencias de la Tierra (PICG) y Geoparques; titulado «Geoparques Mundiales de la UNESCO» (PICGG), incluirá todas las regiones que ya pertenecían a la Red Mundial de Geoparques.
Según el informe de la organización, “los geoparques mundiales de la UNESCO, incardinados en el PICGG, constituyen el mecanismo de cooperación internacional por medio del cual zonas de patrimonio geológico de valor internacional, aplicando un enfoque de arriba abajo a la conservación de ese patrimonio, se respaldan unas a otras para promover, junto con las comunidades locales, la conciencia de dicho patrimonio y adoptar un enfoque sostenible del desarrollo de la zona. Por conducto del PICGG, esas zonas pueden solicitar a la UNESCO ser designadas “geoparque mundial de la UNESCO”, fundándose en el mandato general de la Organización.”
Según Nikos Zuros, representante de Grecia ante la Comisión de Ciencia, profesor de la Universidad del Egeo y director del Museo del Bosque Petrificado de Lesbos, los Geoparques Mundiales de la UNESCO combinan el patrimonio geológico y el rico entorno cultural y natural con un programa de gestión completo e integrado que contribuye al desarrollo de cada región. El requisito fundamental es la participación activa de cada sociedad y el reconocimiento de la importancia y la protección de los Geoparques, puesto que todos ellos emergen como atrayentes destinos turísticos.
A partir de noviembre de 2015, hay 120 Geoparques Mundiales de UNESCO, en 33 países. Grecia participa en la red con cinco, y de ellos hablaremos a continuación.
Psiloritis (Ida)
Una serie de procesos internos dinámicos de la Tierra llevaron a la formación de las montañas de Psiloritis y de una estructura geológica fascinante, dando lugar a un entorno natural excepcional el cual, en combinación con la cultura y las vibrantes tradiciones locales, condicionan la variada fisonomía del Geoparque Mundial de Psiloritis. Una verdadera maravilla de la naturaleza que queda reflejada en la variedad de formaciones rocosas que nos permiten observan los procesos de consolidación de la montañas en la Tierra. Entre sus espectaculares monumentos naturales destacan: los corales pérmicos fosilizados y bivalvos, los impresionantes pliegues de la localidad de «Voskós», los relieves cársticos de «Chonos», las asombrosas cuevas y las profundas gargantas de la zona montañosa, así como las ofiolitas, los vestigios del antiguo océano Tetis. Todos estos sitios geológicos albergan una extraordinaria diversidad de flora y fauna.
Jelmós-Vuraikós
Un recorrido por el barranco de Vuraikós con el legendario ferrocarril de cremallera de Kalávrita, conocido como ΔΚ 8001, o a pie por el sendero europeo E4, no es la única manera de conocer el Geoparque Mundial de Jelmós-Vuraikós. Son varios los lugares famosos y menos conocidos de cuevas y rocas volcánicas que forman parte de este Geoparque que cubre una superficie total de 5.654 kilómetros cuadrados, tales como el Monasterio Mega Spileo, las fuentes del río Aroanios y las míticas aguas de Estigia. Por supuesto, el sitio más característico es la Cueva de los Lagos, una enorme gruta que se extiende a lo largo de dos kilómetros y posee en su interior quince pequeños lagos. Sus extrañas formaciones calcáreas y las pequeñas cascadas de agua componen un entorno literalmente mágico. Esta cueva es la única en el mundo en la que los lagos se forman por presas naturales en tres niveles distintos.
Vikos-Aoos
El Geoparque Mundial de Vikos-Aoos está situado en la región de Epiro, en el noroeste de Grecia, y ocupa una superficie de 1.217,7 kilómetros cuadrados, donde se ubican 62 pueblos y localidades pequeñas. Comprende en su mayor parte un área montañosa de paisajes salvajes y dos grandes cañones rocosos impresionantes formados por los ríos Vikos y Aoos. El área entre los dos ríos, también conocida como el «Bosque de los grandes picos», fue declarada Parque Nacional en 1973 y actualmente forma parte de la lista de los geoparques de la UNESCO. Cuatro espléndidos pueblecitos de piedra dentro del parque -Pequeño y Grande Pápingo, Vikos y Monodendri- cañones más pequeños, un sinfín de senderos, especies únicas de plantas y hierbas, un hábitat único, rocas impresionantes y el factor humano perfectamente armonizado con el paisaje, conforman la magnífica imagen de ese Geoparque.
Sitía
La zona menos conocida de Creta pero la más auténtica; esconde una gran riqueza geológica con rocas de diversos colores, curiosas geoformas y numerosos lugares con hallazgos fósiles. El geoparque, que se extiende a toda la costa este de Creta, incluye 100 hábitats diferentes, cuya configuración se debe al clima de la región y a su ubicación geográfica que siempre ha favorecido el intercambio con especies de Asia. Entre estos hábitats se encuentran el famoso bosque salvaje de palmeras de Vai, las dunas de Psilí Ammos, las marismas en Hiona y Xerokampos, la Garganta de los Muertos en Zakros, los mármoles rojos de Erimúpolis, las playas de Xerókampos con arcilla natural, las antiguas canteras y, por último, las calles y los pueblos abandonados que han conservado su arquitectura tradicional.
Lesbos – Mitilene
El bosque petrificado de Lesbos es un ecosistema compuesto de miles de troncos, raíces y ramas que se cubrieron de lava y después se petrificaron hace unos veinte millones de años. Entre toneladas de cenizas volcánicas fue descubierta una amplia reserva petrificada que testimonia una intensa actividad volcánica en el pasado. Εl Estado griego ha reconocido su valor medioambiental, geológico y paleontológico declarándolo Monumento Natural. en 1994, fue fundado, en la región de Sigri, el Museo de Historia Natural del Bosque Petrificado de Lesbos, que tiene como objetivo su estudio, promoción y protección. El Museo es, desde 2002, miembro fundador de la Red Europea de Geoparques y, en 2004, se unió a la Red Mundial de Geoparques de UNESCO. Según una decisión de la Organización, presentada en la 11ª Conferencia Europea de Geoparques en 2012, la zona protegida del Geoparque se amplió incluyendo actualmente a toda la isla de Lesbos, debido a su relevancia geológica y a su singular belleza natural.
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