Empiezan hoy, en la isla griega de Rodas, los trabajos de la Conferencia sobre seguridad y estabilidad en el Mediterráneo Oriental, en la que participan los ministros de AA.EE. de siete países europeos (Grecia, Albania, Bulgaria, Chipre, Italia, Croacia, Eslovaquia) y siete árabes  (Egipto, Jordania, Emiratos Unidos, Líbano, Libia, Arabia Saudita y Túnez).
 
Se trata de una iniciativa del ministro griego de AA.EE., Nikos Kotziás, con el propósito de poner de manifiesto los desafíos comunes en un espacio histórico, cultural y geográfico constituido por el Sudeste europeo y el Mediterráneo oriental, y, al mismo tiempo, destacar la necesidad de promover soluciones colectivas que contribuyan a la creación de un ambiente más seguro en la región. Ambas zonas, la del Sudeste europeo y del Mediterráneo oriental, son por su continuidad geográfica como “vasos comunicantes”, puesto que el estallido de una crisis en un país tiene efectos secundarios sobre todos los demás, afectando la seguridad y la estabilidad de toda la zona.
 
“Es la primera vez después de muchos decenios que estos dos espacios se encuentran sin que el eje de sus debates esté centrado en Israel, Palestina o Turquía. Hablaremos de las relaciones entre los Estados árabes y los Estados del Sudeste europeo”, destacó Nikos Kotziás en una reciente entrevista concedida a la agencia griega de noticias AMNA.
 
En medio de una coyuntura geopolítica frágil para la zona,  la Conferencia se propone el objetivo, por una parte, promover el diálogo sobre la gestión colectiva de desafíos y problemas que afectan a ambas orillas, como la crisis de emigrantes y refugiados o la guerra del terrorismo, y, por otra, desarrollar la cooperación en los ámbitos de la economía, transportes, energía, educación y cultura.
 
Rodas ha sido escogida como anfitriona de la Conferencia por su ubicación geográfica, situada en una encrucijada de culturas, ideas y religiones desde la antigüedad hasta hoy.

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