Con 155 votos a favor y 144 en contra, Alexis Tsipras obtuvo anoche la confianza del Parlamento griego a su nuevo Gobierno tras tres días de debate en el que ha presentado las líneas directrices

del programa de Gobierno. El respaldo legislativo proviene de los diputados de su partido (SYRIZA) y los de su aliado gubernamental, los Griegos Independientes. Todos los partidos de la oposición votaron en contra. 

La moción de confianza es el paso institucional para refrendar el nuevo Gobierno y su programa tras las elecciones del pasado 20 de septiembre. 

La nueva hoja de ruta del Gobierno 

Tres objetivos estratégicos inmediatos, cuatro frentes de reformas abiertos, un mensaje claro de confrontación con “los oligarcas y la corrupción” y un llamamiento al consenso dirigido hacia el centro-izquierda son los principales elementos que componen la nueva hoja de ruta del Gobierno de Tsipras, tal y como los expuso el Primer Ministro ante el Parlamento griego el lunes por la noche, al inicio del debate parlamentario. 

El discurso programático del Alexis Tsipras se caracterizó por un espíritu muy realista. Presentó como primera prioridad y “como contrapeso al memonándum” un programa paralelo de justicia social y de reorganización del Estado y definió las difíciles e ineludibles medidas del memorándum como “la llave que abrirá el camino para la reducción de la deuda y la creación de un ambiente económico positivo”. 

El objetivo principal de esta hoja de ruta es “restablecer en los próximos veinte meses la liquidez y recuperar nuestra capacidad de acceso a los mercados”, recalcó el Primer Ministro. En este marco resumió sus prioridades estratégicas inmediatas en el tríptico: reducción de la deuda, recapitalización de los bancos, atracción de inversiones. 

Tsipras definió, también, los cuatro frentes abiertos con los acreedores en los que su Gobierno tendrá que dar la batalla: Los créditos no pagados, la regulación del mercado de trabajo, la búsqueda de recursos equivalentes para evitar la privatización de la gestora de la red de transporte de energía eléctrica (ADMHE) y el Fondo de Explotación de los activos inmobiliarios del Estado. 

Concretamente, en cuanto a los créditos no pagados, Tsipras reiteró el objetivo de su Gobierno de proteger la primera vivienda para todos aquellos que verdaderamente no tienen la posibilidad de pagar y, al mismo tiempo, disuadir la venta de los créditos no pagados a los llamados distress funds. 

Para el cumplimiento de todos sus objetivos y reformas, Tsipras pidió el consenso del centro-izquierda -de todas las fuerzas progresistas y antineoliberales, según sus propias palabras- invocando el ejemplo de otros países europeos. Al respecto, puso especial énfasis en la reforma del sistema de pensiones pero, también, incluyó en su agenda política la reforma constitucional y la modificación de la ley electoral. 

La hoja de ruta del nuevo Gobierno completa el llamado “programa paralelo” que funcionará como contrapeso a las duras medidas del memorándum. El Primer Ministro habló de un Plan Estratégico Nacional cuyo fin será asegurar el retorno del país al crecimiento, sentando a la vez las bases para su modernización. En este marco prometió llevar a cabo una serie de reformas profundas en todos los sectores, especialmente en Sanidad y Educación, y emprender acciones sociales que llevarán el sello izquierdista (crisis humanitaria, paro). 

“Nuestro objetivo estratégico es crear por primera vez en Grecia un sistema nacional de solidaridad” y una red de sanidad que garantice el acceso universal a los servicios médicos y hospitalarios, con un nuevo modelo de atención primaria”, dijo Tsipras quien se mostró muy tajante contra la evasión fiscal y la corrupción anunciando la implantación de un sistema tributario justo, como uno de los principales pilares de su nueva gestión. 

De la presentación del Primer Ministro no podía faltar el tema de los refugiados, “la crisis dentro de la crisis”, “un problema que divide de nuevo a Europa”; así lo caracterizó Tsipras quien se mostró convencido de que “es posible anteponer a las vallas el humanismo”.

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