En un largo encuentro que se desarrolló en un clima cordial y ameno, el Embajador de México en Grecia, Tarcisio Navarrete-Montes de Oca, nos expuso un amplio perfil de su país, así como la situación económica actual y nos habló del “excelente” nivel de relaciones entre México y Grecia. 
 
Antes que nada, Sr. Embajador, nos gustaría que nos presentase un amplio perfil de su país, así como su apreciación sobre la situación actual. 
 
México tiene la grandeza de un pasado que le ha servido de profundas raíces para lograr el perfil de nación que actualmente tiene en el continente. Es un país de instituciones democráticas que ha logrado irse fortaleciendo. Cada 6 años se renueva el mandato presidencial. Los partidos buscan el diálogo y el consenso y lo logran, tal y como demuestra el Pacto por México, acordado, hace casi un año, entre los 3 partidos políticos. Se trata de una agenda de reformas estructurales que necesita el país para modernizarse aún más (en los sectores de telecomunicaciones, energía, educación, etc.) y que ha conseguido unir a todos los actores políticos en el afán de llevar a cabo estas reformas. 
 
 
Se ha iniciado por la reforma educativa pero ha habido una reacción muy fuerte de los sindicatos. Cambiar no es fácil porque hay reacciones y se han creado intereses; pero se está logrando gracias a la concurrencia de los distintos actores políticos, la acción del ciudadano y de los partidos. Eso le dio un arranque, un inicio, un despegue al gobierno bastante bueno. 
 
Nuestro sistema político es presidencial, por lo tanto no necesita que haya coaliciones para gobernar; pero sí necesita el diálogo y el consenso para las reformas. De ahí la necesidad y la importancia del pacto antes mencionado. Es un sistema bicameral. Que garantiza una representatividad bastante grande. Tenemos 500 diputados para 112 millones de habitantes y 128 senadores. En cada Estado tenemos un Congreso dado que somos un Estado federal con una estructura legislativa muy grande. 
 
En cuanto al aspecto económico, hay que anotar que esta estabilidad política y las reformas económicas que se han ido aplicando han permitido que se cuente, actualmente, con una economía sólida y una enorme capacidad de crecer. 
 
Dada la coyuntura económica de nuestro país, nos gustaría que nos explicase ¿cómo afrontó México la crisis de su deuda, en los años ´90, y en qué punto está hoy? 
 
Efectivamente, a mediados de los 90, tuvimos una crisis económica muy fuerte y recibimos apoyos de varios países. La gente apostó por el dólar y eso generó tal desconfianza que dejó al país con una debilidad financiera muy grave. Hemos recorrido un camino muy largo y hemos logrado conseguir, actualmente, las reservas más altas de la historia del país. Se aplicaron cambios para recapitalizar el país y devolverle la liquidez y se llevaron a cabo reformas estructurales en materia financiera con el fin de controlar la inflación, los precios y las tasas de interés. Eso fue durante la época del Presidente Ernesto Zedillo a quien le tocó la crisis de 1994. Pero los siguientes Presidentes, Vicente Fox y Felipe Calderón, ambos continuaron con las reformas para dar fortaleza a la economía y atraer las inversiones a México. La actitud persistente de los gobiernos logró dar estabilidad financiera al país y empezamos paulatinamente a ser atractivos para la inversión. Hoy, somos una economía muy fuerte, con índices de crecimiento. Ocupamos el puesto catorce en el ranking de la economía mundial y, según el FMI, las previsiones a ocho o diez años colocan México entre las diez más grandes potencias económicas del mundo. Traduciendo eso a cifras: tenemos un índice de crecimiento de 4,6%, una inflación controlada del orden del 4,2% y un desempleo de 5,2% que, aunque en comparación con las tasas europeas, se podría considerar mínimo, nosotros desarrollamos acciones para combatirlo. El resultado de todo eso ha sido la consolidación de la fiabilidad y la confianza de nuestro país en la escena internacional. 
 
La realización de reformas y la consiguiente mejoría de las magnitudes macro-económicas del país, ¿qué impacto tuvieron sobre el nivel de vida de los ciudadanos? 
 
Sí que tuvieron un impacto positivo, sobre todo para la clase media, que salió fortalecida y creció más, si bien suele ocurrir al revés en situaciones de crisis, cuando suele desaparecer la clase media. Sin embargo, hay que reconocer que tenemos una clase pobre y eso es un grave problema de redistribución equitativa de la riqueza que tiene que ver con la necesidad de pagar más parejo impuestos porque solo un pequeño sector de México paga impuestos. Esto es uno de los grandes desafíos. Se está ya aplicando un programa contra el hambre con el fin de apoyar a familias pobres, pero hace falta que se refleje más en el bolsillo de la gente. El gobierno debe velar más por los de abajo en el sentido de solidaridad o rectoría. Este gobierno ha aplicado varios programas, como el de “cero hambre” o “antes oportunidades” que son apoyos que se da a la gente pero siempre con el ánimo no sólo de darles el dinero sino de apoyar a pequeñas empresas para que vayan generando sus propios recursos. 
 
En el exterior, México es visto como un importante actor en la región que ha proyectado a nivel universal algunas acciones que lo posicionan como un actor responsable en temas como el medio ambiente, ya que en los últimos años fue muy activo con el cambio climático. Se propuso la creación de un Fondo Verde. La reunión de líderes del G-20 de 2012 fue en Los Cabos, hecho que ha permitido a México ser visto como un país defensor del derecho y de la jurisdicción internacionales en materia de medio ambiente. Pero, también, en el Consejo de Derechos Humanos, recientemente creado por la ONU, cuyo primer presidente fue un diplomático mexicano. 
 
A nivel comercial, México ha promovido una red impresionante de tratados de libre comercio cuyo antecedente primero fue el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (NAFTA). También, se ha firmado algo similar con Europa que es un marco que, a nuestro juicio, puede fortalecer el comercio. En resumen, tenemos una red muy grande de tratados de libre comercio que se extiende casi a todos los puntos del planeta, lo cual, también, resulta ser atractivo para los inversionistas como prueba la llegada de distintas firmas muy importantes de los sectores de telecomunicaciones y de automóviles. Especialmente, en este último, México tiene una gran fortaleza que le convierte en estos momentos en el exportador número uno de Latinoamérica. 
 
Como Embajador de México en Atenas, ¿cuáles son sus prioridades? 
 
Yo creo que nosotros, como paraguas, tenemos la tarea y el deber de velar por los intereses del país tanto en materia comercial como cultural. Pero particularmente importante es la protección de nuestros connacionales, de los mexicanos que se encuentran aquí. Promocionamos relaciones con la comunidad, es decir, encuentros con ellos para hacer actividades. El 2 de noviembre estaremos celebrado el día de muertos que es una tradición de recordar a nuestros difuntos (de una manera festiva). Como Embajada, tenemos mucho contacto con la comunidad mexicana, hacemos talleres para hacerles sentir que están cerca de México. A veces hacemos actos en la misma Residencia. Este tipo de actividades es muy reconfortante tanto para ellos como para nosotros. Ese, digamos, es el gran paraguas. 
 
En cuanto al tema comercial, nuestra tarea consiste en buscar o recibir empresarios que estén interesados en desarrollar actividades comerciales con nuestro país. Ahora hay más interés de empresarios de buscar nuevos mercados y preguntan por México. Es un interés mutuo, de aquí para allá y de allá para acá. Esto es muy poco, quizá las circunstancias geográficas y las distancias han pesado en ello. Sin embargo, ahora con las nuevas tecnologías hay más posibilidades para hacer negocios. Los empresarios que están interesados para exportar a México son puestos en contacto con ProMéxico, un organismo homólogo al griego Invest in Greece. En este aspecto tenemos muy buena actividad y yo diría que ha crecido más, como que los griegos han visto con más interés Latinoamérica recientemente. 
 
También, en el tema de turismo creo que se pueden hacer importantes intercambios facilitando a los griegos viajar a México. Hace dos meses tuvimos una reunión con agencias de viajes, aquí en Grecia, con el propósito de informar un poco más de la oferta turística de México. 
 
¿A qué nivel están las relaciones bilaterales con Grecia? 
 
 La relación con Grecia es excelente y ha sido siempre muy buena; nos apoya en candidaturas mexicanas a los foros multilaterales y nosotros también. Coincidimos con Grecia en muchos casos. La relación es muy buena. El año pasado estuvo nuestra Canciller haciéndole una visita al entonces Canciller Avramópulos. En ese sentido, tenemos convenios en materia de educación y de diálogo político con Grecia, que permiten que fluya la relación cordialmente y que estemos en sintonía para hacer defensa de los grandes temas que interesan a nuestras democracias. Actualmente estamos trabajando más cerca con el GRULAC -me designaron como Decano de los países latinoamericanos que están aquí-. Nos reunimos cada mes, escuchamos a expertos, organizamos conferencias, nos ponemos al día sobre grandes temas y después buscamos ir en bloque a tener un diálogo con el Ministerio de Relaciones Exteriores. 
 
¿Qué presencia tiene la comunidad griega y a qué nivel está la enseñanza del griego en México? 
 
La comunidad griega en México es influyente; está presente en Jalisco, en Ciudad de México y en varios puntos más. Nos da mucho gusto porque, gracias a esa historia y a esa idiosincrasia común, hacemos un encuentro muy afin y muy amigable entre ambos pueblos. 
 
 En cuanto a la enseñanza del griego, podríamos fundamentalmente referirnos a la Universidad Nacional Autónoma de México, a la Facultad de Filosofía y Lenguas, que tiene un larga trayectoria en la enseñanza del griego. Recientemente estuvieron aquí los traductores mexicanos Selma Ancira y Francisco Segovia que tradujeron los libros «Mithistorimata» y «Chipre» de Yorgos Seferis. Hicieron la presentación de estos libros tanto en el Instituto Cervantes de Atenas como en el Centro Cultural de la Universidad Chipre, en Nicosia. 
 
 

Etiquetas: actualidad | política